Tan demoledores son los datos oficiales como el negacionismo de la violencia machista del ‘número dos’ de Vox en la Comunidad Valenciana, José María Llanos, que nada más anunciarse el nuevo gobierno de coalición de Partido Popular y el partido ultraderechista en el ejecutivo autonómico aseguró tajante que “la violencia de género no existe, la violencia machista no existe”. También es contundente el hecho de que el líder de la formación ultraderechista en esta comunidad, Carlos Flores, sea un condenado por violencia machista sobre su ex pareja. En estos momentos, un total de 12.444 mujeres víctimas de violencia de género en la Comunidad Valenciana están inscritas en el sistema de seguimiento integral VioGén, dependiente del Ministerio del Interior, una cifra que supone un incremento del 13,2% respecto al mes de mayo de 2022. De ellas, las víctimas de violencia machista que requieren algún tipo de protección policial son un total de 7.781 mujeres en esta comunidad autónoma, cifra que supone un incremento del 20% respecto a las registradas hace un año.
Estas contundentes cifras oficiales, adelantadas por la periodista de la agencia Efe Macarena Baena a través de la red social Twitter, evidencian que, con las políticas negacionistas de la formación ultraderechista y su aceptación de facto por el PP al camuflar la violencia machista bajo la denominación de “violencia intrafamiliar” en un totum revolutum, estas mujeres pueden caer en un limbo administrativo que a su vez llevará a una probable desprotección de facto por parte de la Administración autonómica.
El blanqueamiento a través de la violencia intrafamiliar dejará en un limbo sin protección a miles de mujeres en comunidades y municipios donde PP y Vox forman gobiernos de coalición
De las más de 7.700 mujeres residentes en la Comunidad Valenciana que viven con protección policial, en un caso concreto los responsables de VioGén han valorado que esta víctima está expuesta a un riesgo extremo de volver a ser agredida por sus pareja o expareja y su vida corre serio peligro. Otras 266 víctimas de violencia machista están expuestas a un riesgo alto de ser agredidas por sus parejas o ex parejas y también se teme por sus vidas. Por último, un total de 2.050 mujeres tienen catalogado en estos momentos un riesgo medio por parte de los expertos en el sistema VioGén.
La parte que representa al PP en el ejecutivo valenciano se ha apresurado a asegurar que la violencia machista sí existe y que luchará “contra esta lacra social”, como apunta el presidente electo de la comunidad autónoma, Carlos Mazón. Pero uno de los 50 puntos programáticos del acuerdo firmado por populares y ultraderechistas en Valencia concreta: “Defenderemos los derechos de las familias y promoveremos políticas que perseguirán erradicar la violencia intrafamiliar, en especial las que sufren mujeres y niños, garantizando la igualdad entre todas las víctimas”.
Un total de 267 mujeres de la Comunidad Valenciana corren serio peligro de ser asesinadas en la actualidad por sus agresores machistas
Al asegurar tajante que se garantizará “la igualdad entre todas las víctimas” se está dando por hecho que las violencias que sufren mujeres, niños y personas mayores en el seno familiar parten de una misma realidad a tenor de los datos oficiales, cuando ni mucho menos esto es así, ya que las cada vez más elevadas cifras de mujeres denunciantes de violencia de género no tienen nada que ver, ni cuantitativa ni cualitativamente, con los casos de menores y personas mayores agredidos por violencia doméstica.
Este punto acordado por PP y Vox en Valencia espolea la violencia intrafamiliar en detrimento de la violencia machista. En este sentido, llama la atención otro dato destacado por la periodista especializada en feminismo de Efe: De los 12.444 casos activos de víctimas de violencia de género de la Comunidad Valenciana, 168 son adolescentes menores de edad, y cuatro de ellas sus vidas corren peligro ya que están expuestas a un riesgo alto de volver a ser agredidas por sus parejas o exparejas. De este total de mujeres protegidas por ser víctimas de violencia machista en la Comunidad Valenciana, 6.201 tienen menores a su cargo.
Estos son los doce puntos que propone Vox para combatir la violencia contra la mujer. Que desmienten todo lo que usted dice.
Garantizaremos toda la asistencia y apoyo posible a las mujeres víctimas de violencia, trabajando también en la prevención, identificando las causas y los perfiles repetidos de los agresores.
Del mismo modo, apoyaremos y asistiremos a las víctimas de violencia doméstica, en especial a la que sufren las mujeres, los niños y los ancianos.
Instaremos al gobierno nacional a identificar a los violadores que han salido en libertad gracias a la «ley del sí es sí,» poniendo las medidas necesarias para proteger a las mujeres en el caso de que alguno de ellos pretenda trasladarse a nuestra comunidad.
Exigiremos responsabilidades a los partidos y las personas que han colaborado en la puesta en libertad de esos agresores de mujeres.
Pediremos la derogación inmediata de esa ley, sustituyéndola por una que aumente las penas a todos los violadores, incluyendo la prisión permanente. Pediremos también una bajada de la edad penal, y en cualquier caso una revisión de la ley del menor, para que se agraven las consecuencias a los menores que cometan este tipo de delitos.
Pondremos especial atención al sistema de protección de las menores tuteladas, porque en comunidades gobernadas por la izquierda han sido prostituidas ante la inacción -o a veces incluso la complicidad- de la administración. En los casos ya desvelados, actuaremos con toda la contundencia que la ley nos permita para llevar ante los tribunales a todos y cada uno de los implicados.
Ninguna mujer agredida se verá menos acompañada o asistida en función del sexo del agresor o la agresora o del género con el que se autoperciba.
De igual modo, los hijos e hijas de una mujer asesinada, no se verán discriminados en las ayudas a recibir por causa del sexo del asesino o asesina, o del género con el que se autoperciba.
Se trabajará con especial atención para extirpar de nuestra sociedad los mensajes y discursos, civiles o religiosos, que promuevan o simplemente justifiquen la violencia contra la mujer.
Pondremos en marcha un estudio en profundidad sobre el aumento de las agresiones sexuales, en especial los aberrantes casos de violaciones grupales, para determinar sus causas y elaborar los perfiles repetidos de los agresores para poder combatirlos con más eficacia.
Ningún hombre, independientemente del género con el que se autoperciba, podrá entrar en espacios de intimidad reservados a mujeres (vestuarios, baños, etcétera).
En el acceso a la función pública, con especial atención a los puestos donde se priman las condiciones físicas, así como en los deportes, se vigilará que no se discrimine a ninguna mujer (ni mucho menos se ponga en peligro, caso de los deportes de contacto) ante hombres que se autoperciban mujeres y pretendan ocupar espacios reservados para ellas.