La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha afirmado que las urgencias de Atención Primaria funcionan “a pleno rendimiento”, un dato que desmienten tanto las cifras, como los propios pacientes.
La líder popular está tocada por el desastroso funcionamiento de las urgencias extrahospitalarias en atención primaria. En su huida hacia adelante ha acusado a los sanitarios de los errores propios. Además, ni ella, ni nadie de su equipo han querido asumir responsabilidades en este caos.
Ayuso hace aguas por las urgencias de Atención Primaria
Díaz Ayuso aprovechó la inauguración del nuevo bloque quirúrgico del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, haciendo lo que mejor se le da: un elogio hacia la sanidad madrileña.
La presidenta de la Comunidad ha afirmado de forma grotesca que: “Ya están a pleno rendimiento los 80 centros sanitarios 24 horas”. Unas afirmaciones que son fácilmente rebatidas por la cruda realidad que denuncian médicos, enfermeras, sindicatos y oposición.
Ayuso sí admitió un 60% de bajas sobrevenidas
Durante la ronda de preguntas, Ayuso sí admitió un 60% de bajas sobrevenidas: “Creo que lo que nadie entiende es que haya habido un 60% de bajas sobrevenidas y, sobre todo, lo que toca ahora es apelar a la sensatez”
En Sol, un poco más tarde, su vicepresidente Enrique Ossorio afirmaba que “más del 90% de los centros han contado con el personal sanitario, es decir, médico y/o enfermera”, sin especificar a qué porcentaje correspondía los “y” o los “o”.
Según datos de la Plataforma SAR, que registran las incidencias en los 80 servicios de urgencias de la Comunidad de Madrid, ayer lunes estuvieron sin médico el 49% de los servicios y el 19% no contaron con enfermera.
Ayuso, una presidenta a la fuga
Desde la Asociación de facultativos Especialistas de Madrid, denunciaron ayer: “¿cómo es posible que el 82% de los PAC que ha abierto hoy no tengan médico? ¿De verdad ustedes han planificado la implantación de este sistema o surgió de una noche de copas?
Pero la responsabilidad no solo es de Ayuso, como presidenta a la fuga, sino de su consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.
Desde el PP de Madrid llevan días acusando a los médicos, la oposición y a los demonios de siempre. El mantra es que las bajas de los profesionales sanitarios son fruto de un boicot, a la reapertura de los antiguos SUAPs. Pero lo que no cuenta la consejería y, por ende, los palmeros populares que por redes sociales o en las tertulias se olvidan de señalar que el personal de los Servicios de Atención Rural, han sido trasladados, en algunos casos a decenas de kilómetros de sus puestos de trabajo. Así, con estas arbitrariedades y solo con voluntarios es imposible que las cosas funcionen.
La oposición lo boicotea todo
Ayuso también ha acusado a “una parte de la política que intenta boicotearlo todo”, que “no quiere que la sanidad pública avance” y que “tienen servicios públicos, fundamentales del ciudadano, secuestrados por fines partidistas”.
“Nadie ha entendido lo que ocurrió durante las fechas más importantes de la pandemia, cuando se boicoteó un hospital público como Isabel Zendal con pacientes dentro y que los mismos políticos estén ahora mismo llamando a huelgas o boicots”, insistió.
Según datos de la propia Ayuso, en los primeros cinco días ya se han atendido en los 80 servicios de urgencias extrahospitalarias a más de 10.700 pacientes, “una cifra habitual en fechas previas a la pandemia”. Su vicepresidente ha matizado que “el 55% de las atenciones han correspondido a enfermería”.
El vicepresidente de Ayuso, Ossorio, el político que buscaba a los pobres por el suelo, o el que despreciaba a los familiares de las personas que fallecieron en las residencias de mayores durante la pandemia, ha evitado pronunciar la palabra “boicot”.
Las excusas
“Es evidente, y los datos están encima de la mesa. Cada uno podrá hacer la valoración que estime. Si las bajas habituales, para las que el sistema está preparado, son del 10%, si las bajas que se producen son del 60% y se producen con muy poco tiempo para reaccionar, todos sabemos de qué estamos hablando, no hace falta que yo lo diga”, ha asegurado durante su comparecencia tras el Consejo de Gobierno.
El sindicato de médicos, Amyts sigue luchando para conseguir que vuelvan a sus puestos todos los profesionales que antes de la pandemia atendían a las urgencias de 78 centros de salud (41 Servicios de Atención Rural (SAR) y los 37 Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP).
“El PP en la cárcel y los delincuentes en la calle”
Preguntada por su intervención para que el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, rompiese unilateralmente las negociaciones para la renovación del Consejo General del Poder Judicial, con el mandato caducado, Ayuso ha justificado: “Lo que hablemos el líder de la oposición y yo, sinceramente, es lo de menos, después del hecho gravísimo que está sucediendo en este país”.
“Sánchez nunca ha querido pactar absolutamente nada con el Partido Popular”, ha dicho Ayuso, pese a que fue Feijóo, tras hablar con ella, quien se levantó de la mesa. “Lo que quiere el proyecto de Sánchez es tener al Partido Popular en la cárcel, a las instituciones presas, a los delincuentes en la calle y ellos blindados en el poder a cualquier costa”, ha acusado antes de señalar el Ejecutivo de coalición como el “más autoritario que hemos tenido en democracia”.
Mónica García pedirá la reprobación de Escudero por la «chapuza y el caos» de los centros 24 horas
Todos los grupos políticos de la oposición en la Asamblea de Madrid han denunciado la reapertura de los 80 centros 24 horas que el Gobierno de Ayuso puso en marcha el pasado jueves.
Los portavoces de Más Madrid, PSOE y Podemos exigieron responsabilidades al Ejecutivo regional. Mónica García ha anunciado que su formación pedirá “la reprobación del consejero·”, ya que, como líder de la oposición, tiene la “obligación de hacerse cargo de la situación”. Esta tiene pocos visos de prosperar por no decir ninguna.
La portavoz de Más Madrid calificó de: “Chapuza, caos y cobardía. Las tres palabras que resumen el nefasto plan de urgencias extrahospitalarias del gobierno de Ayuso”.
Por su parte el portavoz socialista avisó de “la muerte anunciada de estas urgencias”. Según Juan Lobato es “tremendamente grave haber cerrado esos 80 centros, despedido a 6.000 profesionales y ahora reabrirlos con personal de 40”.
La portavoz de Podemos, por su parte, calificó lo sucedido de “despropósito y de desvergüenza”. Alejandra Jacinto señaló: “La reapertura de los servicios de urgencias de atención primaria es una chapuza histórica que está poniendo en riesgo la salud y la vida de los madrileños y madrileñas. Hay que echarles”.
La portavoz de la extrema derecha también criticó duramente a Ayuso: “Tenemos un problema y se está viendo que al PP le falla la capacidad de gestión. Ha perdido los equipos de gestión. Tiene que incorporar gestores para resolver el problema que tenemos en Madrid», apuntó Rocío Monasterio, portavoz ultra de VOX. También ella censuró el trato que reciben los médicos. “No puede ser una profesión precarizada”.
Lo asombroso no es que Ayuso, con su filosofía de extrema derecha, juegue el papel que se muestra en estos reportajes sobre sus decisiones; al fin y al cabo es una estrategia meditada que pretende quebrantar los servicios públicos para ser sustituidos pro negocios privados; sino que los ciudadanos que sufren el laminado de su política, aquellos que pierden sus prestaciones y asistencia, que son abandonados a su suerte por una política reaccionaria de servicio a la oligarquía, encuentren razones que respaldan con mayorías a semejante compendio de destrozos.