La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se mantienen en sus trece contra el Gobierno de España y contra sus socios de Ciudadanos por haber gestionado un contrato falso. La líder Popular hace una huida hacia adelante contra el PSOE y CS sin valorar las consecuencias que esta puede acarrear contra su partido, al asegurar que existe “una guerra política contra la Comunidad de Madrid por parte del Gobierno de Pedro Sánchez” que, según ella, “se está librando en la región madrileña”.
En un entrevista en Telecinco, Ayuso ha reconocido que el contrato con Room Mate “era absolutamente falso”. La presidenta no sabe qué pudo ocurrir.
“Necesito conocer quién lo ha hecho para saber qué ocurre”. Y asegura que el contrato ni era real, ni existía y puede entrar en un delito«.
El departamento del consejero de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid, Alberto Reyero, justificó la pasada semana que “por error se adjudicó un contrato por valor de 565.749,58 euros precisamente a la compañía Room Mate, aunque en la factura desaparecida aparece “Rom Mate”, de Kike Sarasola, dueño de la ‘Royal suite’ en la que la Ayuso se confinó desde el inicio de la pandemia.
A la Moncloa le molesta que hable
La líder de la derecha madrileña se ha mostrado contrariada esta mañana y ha afirmado que no se entiende absolutamente nada con Sánchez. Otros presidentes le trasladan críticas, pero cuando lo hago yo les molesta”.
Ayuso también ha afirmado que las mascarillas que ha “entregado a los madrileños son las mejores”, a pesar de las críticas de los profesionales sanitarios, que han reiterado que no son adecuadas para la población en general, sobre todo cuando escasean en los centros de salud.
“Hemos sorprendido al mundo con nuestra capacidad sanitaria, Madrid, o sea Ayuso “no escatima ni un solo euro en procurar lo mejor para los ciudadanos”.
Caceroladas
La presidenta madrileña piensa que las personas que realizan las caceroladas, “son cuatro ricos para fomentar la lucha de clase, como manera de pasar la tarde”.
Después alentar a estas personas, la mayoría de extrema derecha, a salir a la calle a manifestarse contra el Gobierno, y de amenazar incluso con un revuelta peor que la del barrio de Salamanca, hoy Ayuso ha culpado Sánchez de que “están estigmatizando a las personas que protestan y no se dan cuenta del daño económico que están causando”.