Ayuso se rinde ante Vox

Isabel Díaz Ayuso se ha encontrado con que la extrema derecha, «su socio prioritario», le va a tumbar los presupuestos de la Comunidad de Madrid a pocos meses de las elecciones autonómicas. Este hecho la coloca en una situación muy difícil porque sin esos presupuestos no podrá aplicar medidas estrella que empezarían a tener impacto en los ciudadanos en las semanas previas a la convocatoria electoral.  

Por esa razón, Ayuso se ha rendido ante la extrema derecha y, en una entrevista concedida a esRadio, se ha mostrado dispuesta a incorporar enmiendas de Vox a los Presupuestos durante 2023. «Vox ha sido nuestro socio prioritario, ha sido nuestro único socio, con quien teníamos el absoluto compromiso de sacar estos presupuestos adelante. Se les presentó a finales de septiembre, hace dos meses, este texto y después de dos meses no recibimos nada de información. En los últimos días presentaron finalmente 89 enmiendas y cuando fuimos a debatirlas, al minuto y medio se levantaron de la mesa porque decían que era una humillación y ni siquiera habíamos empezado a negociar nada. Presentaron sus enmiendas fuera de plazo tarde y encima un tercio de ellas mal».

A partir de este momento, Ayuso abandonó la coherencia política, se transformó en Ayuso y empezó a repartir estopa a sus enemigos, entre los que, al parecer, se encuentra el propio Partido Popular. «La Asamblea de Madrid no es el Parlamento de Cataluña y no es el Congreso de los Diputados de la señora Batet, es una cámara donde ahora, no con Cs cuando lo presidía, ahora se lleva el reglamento hasta el final siempre. Y eso significa que si a la presidenta de la Comunidad Madrid se le corta el micro a los 3 minutos, se le corta a mí o a cualquiera como un parlamentario más, cosa que antes no ocurría en la Asamblea de Madrid y los plenos empiezan a las 10 y no las 10:15 cuando los señores de otros grupos parlamentarios tenían a bien sentarse».

Es decir, ha realizado una enmienda a la totalidad de la gestión parlamentaria que se hacía en la Asamblea de Madrid durante los gobiernos de Alberto Ruiz Gallardón, Esperanza Aguirre o Cristina Cifuentes. Ayuso va por libre, ella misma actúa con total independencia de siglas políticas y no tiene ningún inconveniente en atacar a su propio partido si con ello va a sacar rédito político.

Respecto a Vox, Ayuso ve necesaria la rendición a la extrema derecha. No puede permitir que le tumben los presupuestos. Por eso ha dicho que «pero yo sí tengo claro es que a lo largo del 2023 podemos hablar de mil maneras para ver cómo podemos hacer para que muchas de estas enmiendas se puedan incorporar, pero lo que no podemos hacer es que con el momento que estamos viviendo, también la Asamblea de Madrid y en la Comunidad de Madrid, se estén dando noticias, a muy juicio, muy negativas. Cómo puede ser que esta gente, estos enemigos del país sean capaces de organizarse como lo hacen y nosotros no».

Es decir, Ayuso utiliza argumentos patrióticos para intentar que la extrema derecha, su socio prioritario, reconsidere su negativa a apoyar los presupuestos. Las referencias a los enemigos de España no son gratuitos, porque intentan tocar la fibra nacionalista españolista de Vox haciéndole entender que si no votan a favor de sus presupuestos estarán actuando como los enemigos de la patria.  

Sin embargo, Vox tiene que saber que Ayuso no suele cumplir con los acuerdos a los que se compromete. Lo estamos viendo con los incumplimientos sistemáticos a los médicos y los profesionales sanitarios.