La decisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de destituir al enlace de la Guardia Civil con el Estado Mayor de la Defensa por darse el privilegio de ponerse la vacuna antiCovid ha dejado sin argumentos a la falta de reacción de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Así, al final, no ha quedado más remedio que pactar la dimisión de Miguel Ángel Villarroya.
El general del JEMAD ha presentado su dimisión este sábado tras conocerse ayer que tanto él como otros cargos militares recibieron la primera dosis de la vacuna contra la Covid-19.
La ministra de Defensa, que conocía la noticia, y había defendido el protocolo seguido en el Ejército con la vacunación ante la asociación militar Red45+, ha pactado finalmente esa dimisión tras el gesto del ministro del Interior, de exigir cuentas y destituir a los responsables de la Guardia Civil que de su departamento dependían.
Las diferencias dentro del Consejo de ministros entre Fernando grande Marlaska y Margarita Robles son conocidas y han puesto en más de un aprieto al presidente.
Demasiado joven para ser general -a dedo- – sin méritos de nada- y la cara muy curtida de echarse tanta colonia en la cara, – sin servir en campamentos y regimientos- este no se ha echado nunca alcohol de romero en esa cara curtida de 96º.
Se le ha olvidado ponerse las condecoraciónes del camello, y la media luna. -este no ha servido en la Legión de antaño-,-ni le han echado los chuscos en el reparto por aire, para que comiera-.
Mucha chatarra en la guerrera; y nada de pudor y vergüenza de militar y los otros, indignos de llevar uniforme.
Antaño se le hubiera bordado de las cuatro «graduaciones» en cada bocamanga, una de color de negro, es decir delito militar y prohibido de saludarle a este espécimen patriotero.
Cuanto cobras y pagas militares tienes, eh.
Soldado de retaguardia, vete a Intendencia.