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Génova 13 se convierte en la nueva sede del sionismo radical

La defensa radical y sectaria de Israel está llevando a los líderes del Partido Popular a caer en los mismos argumentos que utilizan los movimientos ultraortodoxos y que justifican las violaciones del derecho internacional perpetradas por Israel en Palestina

José Antonio Gómez
José Antonio Gómez
Director de Diario16. Escritor y analista político. Autor de los ensayos políticos "Gobernar es repartir dolor", "Regeneración", "El líder que marchitó a la Rosa", "IRPH: Operación de Estado" y de las novelas "Josaphat" y "El futuro nos espera".
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análisis

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La derecha española tiene una concepción muy equivocada de lo que sucede en Palestina. Su defensa de todo lo que haga Israel, incluidas las matanzas de civiles en Gaza, no se basa en una posición geopolítica, sino que está fundamentada en la asimilación de que la defensa de los derechos del pueblo palestino es algo exclusivo de la izquierda.

El radicalismo y el sectarismo suelen tener como consecuencia la caída en el ridículo y eso es lo que están haciendo distintos líderes del Partido Popular, que están asociando términos y comportamientos que nada tienen que ver con la realidad. Los dirigentes conservadores están demostrando que son unos analfabetos sobre lo que realmente sucede en Oriente Medio y sólo compran el discurso del sionismo internacional.

Ayer en la Asamblea de Madrid se produjo un encontronazo entre el Grupo Popular y el Grupo Más Madrid después de que Isabel Díaz Ayuso calificara de «antisemita» a Mónica García, además de mandarla a la Franja de Gaza para que comprobara las consecuencias del gobierno de Hamás en esa zona de Palestina que ahora está siendo masacrada por los bombardeos israelíes.

La propia Ayuso, tras un enfrentamiento entre los portavoces de los dos grupos, leyó una definición de lo que es el antisemitismo y descubrió, de manera involuntaria, lo falaz de su discurso, puesto que las críticas o la oposición al Estado de Israel o la defensa de los derechos del pueblo palestino no parten del odio hacia los judíos, sino de la denuncia de las atrocidades que ese país infringe todos los días a la población árabe que, por cierto, es la propietaria legítima del territorio.

La defensa del Estado de Palestina no es antisemitismo, sino la denuncia de una cruel realidad que ha sido reconocida por Naciones Unidas en multitud de ocasiones. La ONU ha condenado a Israel por aplicar una política de apartheid, por utilizar armas prohibidas contra las manifestaciones en contra de la ocupación ilegal, por masacrar a civiles, por aplicar estrategias más propias de la Alemania Nazi que de quienes sufrieron el odio y el exterminio durante el Holocausto.

La Alemania de Hitler sí practicaba el antisemitismo. La España de los Reyes Católicos también, no se puede olvidar. Eso sí venía provocado por un odio hacia los judíos, hacia todos los judíos. La defensa de los derechos de Palestina no está provocada por un odio hacia el judío ni hacia la religión hebrea, sino que es la denuncia de las atrocidades que perpetra el Estado de Israel, barbaridades que se dan todos los días, incluso cuando no se puede aplicar el tan manido derecho a defenderse.

No es antisemitismo denunciar cómo los soldados israelíes han ejecutado en la calle a niños desarmados. No es antisemitismo denunciar, como hacen organizaciones israelíes formadas por judíos, las torturas que los niños palestinos sufren en las cárceles de Israel. Y, desde luego, defender al pueblo palestino no es ponerse del lado de Hamás porque la causa de Palestina no tiene nada que ver con el terrorismo, aunque haya facciones que sí lo practiquen.

Sin embargo, los dirigentes del Partido Popular lo meten todo en el mismo saco, como hace el sionismo internacional. En ningún momento, ni ahora ni en el pasado, se ha escuchado a los líderes del PP denunciar las vulneraciones del derecho internacional por parte de Israel en, por ejemplo, la construcción ilegal de colonias en territorio de soberanía palestina. Tampoco han criticado el asesinato de campesinos, pescadores y ganaderos palestinos por parte de colonos que atacan con armas de asalto escoltados por los militares israelíes. Se trata del respeto de los derechos humanos y de las resoluciones de Naciones Unidas, cosa que Israel se salta a la torera.

Ese juego de equiparar la defensa del pueblo palestino con el terrorismo y el antisemitismo es muy peligroso, además de que está basado en bulos. El propio Esteban González Pons, en estos días, reclamó a Pedro Sánchez a que arrancara el antisemitismo del gobierno. Ningún miembro del Ejecutivo en funciones ha dicho una sola palabra en contra de los judíos.

La situación de Oriente Medio no es una cuestión de derechas o de izquierdas, sobre todo cuando hay personas que antes votaban al PP (seguramente ahora lo harán a Vox) que no hace tanto tiempo celebraban los atentados con coches bomba en las calles de Jerusalén o Tel Aviv.  

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6 COMENTARIOS

  1. Extraido de un medio de información
    «Hasta dónde, hasta cuándo
    Soy Alejandro. Mi padre es palestino, nacido en Nablus (Cisjordania, territorios ocupados, donde estos días, y durante décadas, los colonos y militares israelíes están aprovechando para quemar casas, echar a sus habitantes, sembrar el terror y los medios callan de nuevo)

    Hoy me levanté pensando escribir otro artículo explicando las mentiras de los medios (basadas en la propaganda israelí)… en el mejor de los casos, sobre sus verdades a medias (por algo se llaman “MEDIOS de comunicación»), o el maniqueísmo de sus términos y tiempos (“terrorismo” vs “guerra”… “defensa”, “respuesta”, “represalias”…)… pero ya, sobran las palabras. Ya dan igual…

    Me quedo sin fuerzas. La impotencia ante la consumación de tal limpieza étnica es abrumadora. Israel bombardeó ayer un hospital acabando con la vida de más de 800 personas en minutos. La comunidad internacional y los gobernantes callan. No hay sanciones al ocupante, no hay ayuda ni envío de armas para que los palestinos se defiendan. No expulsan a los embajadores israelíes, que alientan la barbarie contra los civiles. No hay mensajitos en tu aplicación del banco para enviar dinero a Palestina. No hay banderas palestinas en los ayuntamientos ni eventos deportivos (están prohibidas incluso en varios países europeos). No hay expulsión de los equipos israelíes en competiciones europeas. No hay declaraciones del Rey lamentando el asesinato de civiles y crímenes de guerra (a lo sumo saldrá diciendo que “cesen las hostilidades y acaben con las muertes de civiles de ambos lados”… esto no solo es no decir nada, sino dar carta blanca a israel para que siga asesinando impunemente).

    Como nos lo han pintado los medios, todo está justificado: “es una respuesta”. Hace ya tiempo que occidente tomó partido ante el drama palestino. Hace décadas que están solos ante el 4º ejército más poderoso del mundo.

    Estamos asistiendo a la consumación de un genocidio, una vez más, manipulados. Nos lo han pintado todo de forma que apoyar a los palestinos es “posicionarse”. Hay que dejarlos solos…

    Soy consciente de que muchos pensarán que tomo partido, que no soy objetivo, (qué puedo hacer yo contra Goliat, contra los medios y los grupos de poder: llevo más de 20 años con esta sensación de injusticia e impotencia)… pero ya me da igual. Me da igual que algunos/as puedan sentirse incómodos ante mis escritos, que los comparta por grupos no creados para eso… A algunos/as les pareceré pesado… pero me da igual. Me da igual caer mal o bien, me da igual lo que puedan pensar de mí.

    Estamos asistiendo, desde nuestro sofá, a la consumación de un genocidio y no pasa nada. A la mayoría ya les han hecho tomar partido, pero no somos conscientes de ello.

    Israel, una vez más, está tomando el pulso de occidente y matando y destruyendo todo lo que pueda, mientras observa de reojo las reacciones de occidente. Ahora solo les preocupa hasta cuándo, hasta dónde pueden llegar. ¿Cuántos muertos serían aceptables para occidente?

    Una vez Occidente le diga basta, israel tirará un par de bombas más, se replegarán y todo volverá a la «normalidad». Aquí, en Europa, podemos seguir con nuestras vidas como si nada, así como en Israel. ¿Y Palestina? ¿Qué pasa con el patio trasero de Israel, con su vertedero, con su zona donde probar armamento de última generación para venderlo después, con garantías, a nuestros ejércitos? ¿Qué pasa con la cárcel-escombrera a cielo abierto?Eso ya no nos interesa tanto, solo necesitamos saber que «todo acabó».

    PD En estos días, más que nunca, hay que fijarse en la postura que toman los políticos, sus palabras, lo que callan, lo que dicen, así como los medios y los periodistas, si queremos que algo cambie en nuestra sociedad. Hoy son los palestinos, mañana seremos el resto de nosotras y nosotros…»

  2. Vamos a ver si nos enteramos de una puñetera vez.
    Isabel Diaz Ayuso no esta bien mentalmente,se ve claramente si se sabe mirar a sus ojos,es la tipica ida con poder politico y muy mala leche.Tampoco es extraño que apoye al gobierno actual de Israel ya que Netanyahu y su gobierno es de corte nazi-fascista que esta efectuando una limpieza etnica y Ayuso es complice de gerontocidio por lo de las residencias madrileñas,que es una variante de la limpieza etnica.
    Ayuso esta asesorada por MIR,otro «pepe botella» actual y por Aznar que es complice de genocidio en Irak y con intereses en empresas judias.

  3. y la loca esta al frente que lee una cosa de lo que es el antisemitismo y encima ni se entera la loca analfabeta claro no tenia al borracho del renio miguel angel rodrigez para decirla que no estaris contentos votantes del pp hala el domingo a misa asi os lavais un poquito vuestra mala conciencia que algunos por no decir todos no teneis menos mal que todavia ahi gente con conciencia y pensamiento maria dolores mi tocayo luis antonio un saludo

  4. También tienen en Génova 13 un gran problema con ETA, y entonces sería igual de lógico y legítimo bombardear su sede y españ entera porque así se arreglan las cosas en el chambón de la corneta. FRN tiene mucha razón.
    Están como putas cabras los fascistas. De burros igual que siempre, y no sé porqué sienten la necesidad de pasar la lengua por el culo del que diga las tonterías más grandes.

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