Pasado y futuro se dan la mano en una nueva cita cultural que está teniendo lugar estos días en Granada, y que aúna arte y ciencia. Creado por Jesús Lens y Gustavo Gómez, con el apoyo de Bankia y CajaGranada Fundación, el Festival Gravite celebra su primera edición con un programa que hubiese hecho las delicias de Julio Verne e Isaac Asimov.  Cine, literatura, música, pintura… todo alrededor de la ciencia y de la premisa del viaje en el tiempo, algo que, aunque suene a ciencia ficción, es una experiencia tan sencilla como salir a pasear por las milenarias calles del Albaicín. El periodista y escritor Jesús Lens nos habla con detalle de esta nueva aventura.

¿Cómo ha surgido este nuevo proyecto del festival Gravite, cuál es su objetivo?

Granada es una tierra en la que, por su patrimonio natural e histórico-artístico, todaslas grandes civilizaciones de la historia han dejado su huella, y eso la convierte en convierte en puerta hacia el pasado. De un tiempo a esta parte, con el desarrollo de titulaciones científicas en la Universidad de Granada, el impulso al sector biosanitario del Parque Tecnológico de la Salud y el proyecto del Acelerador de Partículas, Granada también apunta al futuro, lo que nos permite fabular con una Puerta del Tiempo que nos permita trasladarnos hacia el pasado o hacia lo que está por venir. Con esas premisas y con el apoyo de Bankia y CajaGranada Fundación, mi compañero, socio y amigo, Gustavo Gómez y yo, nos liamos la manta a la cabeza y ponemos un festival inédito en España con el hilo conductor del viaje en el tiempo, para maridar disciplinas artísticas y científicas en su programación.

Ya Granada Noir se presenta como un festival multidisciplinar, donde literatura, música y cine, entre otras disciplinas se dan la mano. ¿Cree que ese es el camino más atractivo y efectivo actualmente para este tipo de citas?

Estoy convencido de que sí. Hay muchos festivales de cine, de música o ferias del libro plenamente consolidados en el calendario. Pienso que, para atraer al público, es necesario ofrecer algo nuevo, diferente y original. Creo que mezclar arte y cultura con divulgación científica, como hacemos en Gravite, puede resultar interesante a diferentes tipos de personas. La clave está en ofrecer una programación interesante y que la gente aprenda a la vez que lo pasa bien y se divierte en cada una de las actividades.

Coméntenos algunos de los hitos del programa.

Le damos el I Premio Viajero en el Tiempo de Gravite a Fernando Marías, un referente en cuanto a esto de poner en marcha diferentes proyectos creativos, además de ser un escritor maravilloso. Vamos a hablar de Frankenstein como criatura que viaja en el tiempo, hasta el punto de que Cristina Higueras recupera el mito a través de la ingeniería genética. Un ilustrador muy cercano al fantástico como Javier Olivares, el thriller de Félix J. Palma, de inspiración victoriana; las recetas tradicionales de Granada reinterpretadas en clave contemporánea por el chef de El Claustro, Rafael Arroyo, la arquitecta Blanca Espigares Rooney y el viaje a través de la luz, la poesía de Alejandro Pedregosa en el Cementerio de Granada, de la mano de Emucesa, la aportación de la mujer al diseño de la ciudad de Granada, con Herstóricas, charlas científicas de catedráticos de la UGR y un concierto espectacular, con dos estrenos absolutos de piezas inspiradas en el acelerador de partículas…

Hace una década se debatía en la Semana Negra de Gijón sobre los límites de los formatos, sobre si el cómic o los videojuegos debían influir a la novela, si esta debía aprovechar recursos del cine o este, del cómic. ¿Cuál es su opinión al respecto?

Absolutamente. Cada vez creo menos en los compartimentos estanco y en las etiquetas reduccionistas y defiendo con más ahínco la mezcla y el mestizaje como aventura creativa.

Viajar en el tiempo es el ‘leit motiv’ de esta edición del festival. Con sus muchos y azarosos siglos de historia, de los que aún queda tanta presencia en las calles, ¿es Granada una especie de máquina del tiempo?

Sí. Como decía antes, esa es la filosofía de la que parte Gravite: convertir a Granada en una máquina del tiempo que nos permita reflexionar de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde queremos ir. Pero esto, que me ha quedado como filosofía de sobre de azúcar para leer con el primer café de la mañana; lo planteamos desde una óptica creativa, lúdica e imaginativa.

Soñar y reflexionar sobre lo que queremos o no queremos ser nos define aquí y ahora

La ciencia ficción ha sido siempre un género bastante denostado, considerado ‘poco serio’ por las élites intelectuales. ¿Pero no resulta uno de los géneros más interesantes para reflexionar sobre las consecuencias futuras de los actos presentes? Asimov, por ejemplo, fue un maestro en ese sentido.

Completamente de acuerdo. Lo mismo pasaba con la novela negra, que se entendía como un divertimento para clases populares y poco exigentes y ahora es pasto de grandes intelectuales que la califican como realismo social, nada menos. Sobre todo, cuando “trasciende” el género. Con la ciencia ficción pasa lo mismo. El género de anticipación me parece interesantísimo por la cantidad de lecturas y alcances que tiene. Soñar y reflexionar sobre lo que queremos o no queremos ser nos define aquí y ahora. Las distopías e historias apocalípticas nos interpelan sobre cuestiones de actualidad como el cambio climático o la inteligencia artificial. Y todo ello sin olvidar la parte lúdica y divertida de un género que no por casualidad se ha bautizado como fantástico.

Tal y como me ha comentado, el premio especial de esta primera edición de Gravite será para Fernando Marías, un autor tan multidisciplinar como el propio festival. ¿Ha sido eso lo que animado a su elección?

Para Gustavo Gómez y para mí, Fernando Marías es una fuente de inspiración constante, pero lo más importante es la calidad de su narrativa, no en vano ha ganado premios tan prestigiosos como el Nadal, el Primavera o el Biblioteca Breve.  Su acercamiento a la literatura es libre, mestizo y absolutamente desprejuiciado y es pionero en la puesta en marcha de proyectos literario tan originales y ambiciosos como Hijos de Mary Shelley, Hnegra o Frankenstein resuturado. Su vena cinéfila y la dimensión escénica y teatral de sus últimos proyectos hacen de Fernando Marías el mejor acreedor posible al I Premio Viajero en el Tiempo de Gravite, que se le entregará en un espacio mítico: el Teatrillo del Hotel Alhambra Palace, protegido por la UNESCO, un lugar que es un viaje en el tiempo en sí mismo.

En pocos años Granada ha pasado a tener dos festivales literarios de género, ¿existe realmente un público interesado?

Estamos convencidos de que sí. De ahí la apuesta de Bankia y CajaGranada Fundación por Gravite. Aquí quiero destacar la confianza que tenemos en el grupo Uno de los Nuestros, un amplio colectivo de lectores que, a través de diferentes iniciativas, mantienen prendida la llama de Granada Noir a lo largo de todo el año y a muchos de los cuáles esperamos convertir, también, en crononautas como nosotros. Granada es una ciudad culta, con una Universidad con decenas de miles de estudiantes. Creemos que festivales multidisciplinares que aúnan la calidad de sus propuestas con un formato ágil y divertido, maridando artes, letras y ciencias, encontrará a su público.

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