La dolorosa crueldad de Ayuso con las familias vulnerables

Lo bueno que tiene Isabel Díaz Ayuso es que, en algunos aspectos, es absolutamente transparente. Si alguien se siente engañado por la presidenta de la Comunidad de Madrid es porque se ha dejado engañar. Todo el mundo sabe que es una defensora a ultranza del neoliberalismo más radical y que sus políticas están orientadas, prácticamente en exclusiva, a un determinado grupo de la población: la minoría más privilegiada.

Sin embargo, tanto Ayuso como su equipo son brillantes a la hora de vender medidas que, sin manipulación y maquillaje propagandístico, provocarían una verdadera rebelión entre las clases medias y trabajadoras.

Uno de los mejores ejemplos de ello se pudo ver en el día de ayer, cuando Isabel Díaz Ayuso anunció que Madrid aplicará la deflactación del IRPF por segundo año consecutivo para compensar la subida de precios a los más vulnerables.

«Hemos querido hacer un alivio fiscal para los contribuyentes madrileños porque ahora mismo la inflación está complicando la vida a todos los ciudadanos. Por eso hemos pensado en esta medida, que beneficia a 3 millones y medio de contribuyentes. Estamos hablando de un ahorro de 153 millones y somos la primera comunidad de régimen común que lo hace por segundo año consecutivo. Se aplicará para el IRPF del año 23 y se realiza con la declaración de la Renta del 24, así que es inminente […] Con ello queremos, ya que la inflación está ahogando a todos los contribuyentes y especialmente clases vulnerables y clase media, que vean compensadas las subidas de ese tramo por inflación, pero no porque tengan mayor poder adquisitivo», afirmó Isabel Díaz Ayuso.

En cambio, la realidad es otra muy distinta cuando se consultan en las herramientas de la propia Comunidad de Madrid los supuestos ahorros impositivos que se obtendrían en base a los ingresos familiares. Ahí es donde se que todo es propaganda y nada más, porque, al final, quienes más se benefician son los que tienen un mayor poder adquisitivo.

Ayuso siempre ha dicho que las bajadas impositivas benefician a todos los ciudadanos por igual. Esto, directamente, es mentira, puesto que, en porcentaje, quien en realidad las disfruta es ese 1% de privilegiados a los que da igual que los servicios públicos funcionen bien, mal o regular porque no los necesitan.

Diario16 ha realizado un análisis poniendo como hipótesis a una persona con dos hijos menores de 25 años y los resultados son escalofriantes. Para un salario bruto de 15.120 euros anuales, es decir, el salario mínimo interprofesional, el ahorro impositivo es de 0 euros. Para un sueldo bruto anual de 20.000 euros, el ahorro de impuestos es del 9%, lo que supone 122,96 euros al año (10,25 al mes).

A partir de aquí entramos en los salarios que podrían calificarse de clase media: 30.000 y 50.000 euros brutos anuales. En base a los cálculos que proporciona la propia Comunidad de Madrid, el ahorro impositivo en el primer grupo sería de 275,64 euros cada año (22,97 al mes), lo que supone un porcentaje del 7%. Los trabajadores con unos ingresos de 50.000 euros, tienen un ahorro impositivo del 5%, es decir, 543,33 euros al año (45,28 mensual).

El promedio de ahorro fiscal en los tramos salariales que se pueden calificar como de clase media y trabajadora es de 26,16 euros mensuales, cantidad que no supone ningún tipo de ventaja ni con la que siquiera se puede pagar un café con leche o dos barras de pan al día, ni, por supuesto, una factura de suministros o la cuota de la comunidad de vecinos.

Las cifras que proporciona la propia Comunidad de Madrid en su herramienta de cálculo de ahorro fiscal demuestran que a las clases medias y trabajadoras esas rebajas de impuestos, en realidad, no le afectan de manera positiva, tampoco de manera negativa. Simplemente, no les afectan en nada, pero el mensaje cala.

Ayuso consigue que los cientos de miles de familias que lo están pasando verdaderamente mal, que están sobreviviendo con el ingreso mínimo vital porque las políticas activas de empleo en la Comunidad de Madrid son inexistentes, piensen que esas bajadas de impuestos también les van a beneficiar a ellos cuando no es así. Ayuso y su gobierno las han diseñado sólo para los que más tienen. Esto es cruel.

Una familia con unos ingresos de 1 millón de euros anuales, según la herramienta de la Comunidad de Madrid, se ahorrará un 8% de impuestos (33.155 euros). Si subimos a los 5 millones de euros, el ahorro será del 9% (193.155 euros), y en ese porcentaje se mantiene en ingresos superiores, dado que, las políticas de Ayuso permitirán a un millonario con unos ingresos de 100 millones de euros anuales obtener un ahorro de impuestos también del 9% (3,99 millones).

Con estas cifras es imposible hacer frente a la inflación. Una familia de clase media y trabajadora, con unos ingresos brutos anuales de 40.000 euros apenas se ahorrará 38,08 euros al mes. ¿Con eso se puede luchar contra la subida de los precios? Evidentemente, no. Por no hablar de aquellas que familias que apenas llegar a los 15.000 euros anuales, a las que no les afecta ningún tipo de rebaja impositiva y que son las que están en verdadera situación de vulnerabilidad.

La propaganda de Ayuso es cruel porque son muchas personas que piensan que las rebajas fiscales también se les aplicarán y que, en realidad, no las tendrán. ¿Qué es para la presidenta de la Comunidad de Madrid una familia vulnerable? Por sus palabras y la realidad de a quién afecta realmente la deflactación del IRPF, parece no tenerlo muy claro.

Las rebajas fiscales se comen a 2.000 médicos y 3.700 enfermeras

Por su parte, CCOO Sanidad Madrid considera un nuevo golpe a la Sanidad Pública, en particular, y a los servicios públicos, en general, el anuncio de la presidenta de la Comunidad de Madrid y de su gobierno de rebajar la fiscalidad en el tramo del IRPF aplicando una deflactación, por segundo año consecutivo. La reducción de la recaudación la ha cifrado, la propia Ayuso, en 153 millones de euros, cantidad que si no se dejara de recaudar y se invirtiera al completo en reforzar las plantillas del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) podría destinarse a contratar 2353 médicos o 3731 enfermeras o, también, mejorar las infraestructuras.

Si con este montante económico hiciéramos la media para dedicarlo a contratar TCAEs, nos permitiría alcanzar la cifra de 5884 auxiliares de cuidados de enfermería, la misma cifra que si destináramos el dinero a aumentar la plantilla de personal de Gestión y Servicios, con salarios y costes de empresa que rondan al año los 26.000 euros. Si la recaudación de impuestos que ahora se dejará de ingresar se destinara a aumentar las plantillas de hospitales, centros de salud y servicios de urgencias y emergencias, el total de contratos distribuidos entre todas las categorías superaría los 3.800 profesionales, según las cifras que maneja CCOO.

La Comunidad de Madrid es la región con la presión fiscal más baja de toda España. También es la que menor cantidad de fondos destina a la Sanidad Pública y la que más dinero transfiere a la Sanidad Privada para concertar y privatizar servicios públicos.

Por otro lado, con los 153 millones de euros que el Gobierno regional detraerá en los presupuestos de 2024 por la deflactación fiscal, “consideramos que sería suficiente para contratar al personal necesario para abrir quirófanos y realizar pruebas diagnósticas, lo que serviría para reducir de forma espectacular las listas de espera”, en línea con el plan que CCOO ha presentado en repetidas ocasiones en la Consejería de Sanidad. “Si realmente hubiera voluntad de acabar con las listas de espera y garantizar una atención asistencial a la salud de los madrileños y madrileñas de calidad, Ayuso destinaría este dinero a mejorar la sanidad pública”, señala Sergio Fernández, portavoz de CCOO Sanidad Madrid.

Asimismo, recuperar la jornada laboral de 35 horas semanales que hace una década arrebató a los empleados y empleadas públicas el Partido Popular, tampoco sería un “tabú” ni una reivindicación inabordable en la Comunidad de Madrid, la más rica de España, donde viven las personas con más ingresos, y la única que no ha recuperado ya o ha acordado recuperar la jornada de 35 horas con sus trabajadores y trabajadoras.

La Atención Primaria en la Comunidad de Madrid podría ser, a juicio de CCOO, otra de las grandes beneficiadas por los refuerzos de personal y la contratación de médicos y enfermeras, teniendo en cuenta que en la mayoría de sus centros de urgencias no hay médicos y muchos de ellos fueron cerrados el pasado año.