Los productores de cereales franceses se han sumado a las protestas que llevan produciéndose desde el inicio del pasado verano en Europa del Este, y le ha exigido al Gobierno que ejerza toda su fuerza en las próximas reuniones de la UE para introducir cláusulas de salvaguardia con el objetivo de proteger al sector ante las importaciones provenientes de Ucrania en el mismo sentido que ya se ha hecho con las aves de corral y el azúcar.
Los sindicatos de productores de cereal franceses, han emitido un comunicado donde señalan que «debemos mostrar solidaridad con Ucrania, pero después de dos años de esfuerzos, ya no podemos soportar las consecuencias solos».
Denuncian que las medidas adoptadas son una «distorsión del mercado insostenible», cuando en Ucrania «los costes de producción son casi la mitad y las exigencias medioambientales son mucho menores» en comparación con las que han de soportar en la UE.
Desde junio de 2022 Bruselas eliminó todas las restricciones (como pago de aranceles) a las importaciones agrícolas ucranianas, con motivo de «ayudar al país en su esfuerzo bélico». De esta manera, la UE ha introducido ya 20.000 millones de toneladas de cereales ucranianos durante los años 2022 y 2023, una cifra que duplica las anteriores a la guerra.
Se suman así a las denuncias hechas por los agricultores polacos y rumanos, que han protestado bloqueando carreteras en las últimas semanas para bloquear los productos provenientes de Kiev. De la misma manera que ha hecho Eslovaquia, Hungría, o por lo que ya se han quejado en República Checa, Lituania y Letonia.
Bulgaria ha solicitado, como ahora hace Francia, la introducción de una cláusula de salvaguardia automática para los cereales, como acaba de hacerse para las aves, el azúcar y los huevos.
Como medida, se han introducido «frenos de emergencia» así como la aplicación de aranceles para los productos sensibles. Pero debe darse la condición de que las importaciones superen el nivel medio de los años 2022 y 2023. Además, se ha establecido que las medidas especiales para los productos ucranianos se mantengan hasta 2025.
Los productores franceses han pedido que, precisamente, el precio de referencia se tome con los datos disponibles antes de la guerra.
