¡Hasta aquí hemos llegado! Esto es lo que han debido pensar tanto Yolanda Díaz como Ione Belarra al ver cómo Nadia Calviño está poniendo en riesgo el cumplimiento del pacto de Gobierno en referencia a la derogación de la reforma laboral, una de las promesas estrellas del actual Ejecutivo. Hasta ahora, Pedro Sánchez se había colocado siempre del lado de Calviño y, desde 2018, ha ido retrasando la derogación de la ley del Partido Popular que más daño ha hecho a las clases medias y trabajadoras.
Sin embargo, en el 40 Congreso del PSOE, el presidente, aupado por la unanimidad (que no por la unidad), se vino arriba y prometió una nueva legislación en materia laboral que, evidentemente, llevaba consigo la derogación de la reforma de Rajoy. Nadia Calviño estaba allí, pero debió taparse los oídos en esa parte del discurso de Sánchez.
Unidas Podemos ha convocado de urgencia una reunión de la mesa de seguimiento del Pacto de Gobierno debido a una nueva injerencia de Calviño en las competencias de Yolanda Díaz en la negociación que está ahora mismo en marcha con los agentes sociales.
Este hecho es muy grave, puesto que supone una injerencia en las competencias más importantes de Unidas Podemos dentro del Ejecutivo.
Ione Belarra, ministra de Asuntos Sociales, ha indicado en un tuit que «el espacio confederal de Unidas Podemos solicita una reunión urgente de la mesa de seguimiento del acuerdo de coalición entre el PSOE y UP. Necesitamos abordar la gestión y ejecución de los compromisos de coalición».
A pesar de las promesas de Sánchez, las posiciones de Calviño siguen inamovibles. No quiere que se derogue la ley que se aprobó en 2012 con todas las reivindicaciones de los empresarios, la clase a quien la vicepresidenta primera defiende a capa y espada.
Las posiciones entre Díaz y Calviño son opuestas, sobre todo en lo referente a la prevalencia de los convenios de empresa frente a los sectoriales, algo que la ministra de Trabajo quiere derogar. Sin embargo, la postura de Calviño es contraria porque perjudicaría a la flexibilidad, ese eufemismo perverso que da patente de corso a los empresarios para hacer lo que les venga en gana, aunque con ello se vulneren los derechos fundamentales y laborales de los trabajadores.
Yolanda Díaz cuenta con el apoyo de los sindicatos porque, según defiende la ministra, la reforma laboral ha perjudicado hasta límites inimaginables a las clases medias y trabajadoras de este país. Lo que defiende Calviño ha provocado la mayor devaluación salarial que se ha visto en España desde la Guerra Civil. Por esa razón, Yolanda Díaz defiende esa reforma de los convenios colectivos porque una recuperación justa no puede pasar jamás por una vuelta de tuerca que favorezca nuevamente a los márgenes de beneficios de los empresarios, sobre todo de las grandes empresas, a costa del salario de los trabajadores, ya de por sí extremadamente precarios.
Sin embargo, Calviño, como si fuera una «Doña Erre que Erre 2.0» sigue defendiendo y luchando para que esa modificación sobre la prevalencia de los convenios siga beneficiando a la patronal.
Para Unidas Podemos, esta posición de Calviño supone una injerencia en las competencias de Yolanda Díaz porque es ella quien tiene la capacidad para derogar la reforma laboral.
En su sectarismo patronal, Calviño, incluso, se ha atrevido a rebajar y manipular lo prometido por Sánchez en el 40 Congreso del PSOE. En concreto, en el Congreso de Comisiones Obreras se refirió a la derogación de la reforma laboral como un emplazamiento para superar el debate entre reformas y contrarreformas. «Toca trabajar mirando al futuro y abordar un paquete equilibrado de cambios que modernice nuestro mercado laboral, que lo europeíce y nos permitan dejar atrás esas lacras y lastres tan negativos desde el punto de vista de la precariedad laboral y que afectan especialmente a los jóvenes».
La parte socialista del Gobierno intenta quitar hierro
La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, ha intentado quitar hierro a la gravedad de las injerencias de Calviño denunciadas por Unidas Podemos. «Esta coalición goza de buena salud. El acuerdo prevé que nos tenemos que reunir cuando una de las partes lo requiera», ha afirmado Rodríguez en una entrevista en Antena3.
Sin embargo, un presidente de Gobierno que hiciera honor a su cargo ya hubiera llamado a Calviño y la hubiera destituido de manera fulminante. Sin embargo, ¿por qué no lo hace? Lo ocurrido en las últimas semanas, los personajes que han vuelto a tomar fuerza política desde su hibernación y las sorpresivas posturas cercanas, tal vez, sean una muestra de lo que va a ocurrir en España próximamente.
Es que me parto ,este no tiene los suficientes reaños para sacar a la representante del IBEX 35 ,lo que molesta es que se llama socialista .es doña erre que erre ella lo tiene claro pero Sánchez est cagaooooooo y por favor basta de amenazar que viene el lobo de la ultraderecha y los fascistas se me olvidaba y la señora Concha no se le cae la cara de verguenza y estos del Pp dicen que hay que despolitizar la justicia de pena cinicos. Estais destrozando mi país que os hemos sufrido durante muchos año .
Si cogemos únicamente las declaraciones de Díaz y Calviño a modo de pelea de gallos ( tipo rap ), enseguida, y casi sin querer, nos percatamos de los celos y la envidia que sufre la calviño ante su mal papel y su mala fama frente a la Díaz, que goza de buen cartel. Es que es muy poca cosa la rubia de bote. La tonta del bote, que no sirve para nada sino que para mal ejemplo ( Les luthiers). Qué asco de tipa. Si le dan su cartera a Yolanda también la papa, porque es una inútil la Calviño.
Que pruebe a querida del emérito, a ver…
Cuspidiño eres igualito que tu paisano Paquito el de los 40 años de paz, o estas conmigo o contra mi.
Eso quiere decir cuspidiño mi; igualito que yo. De todas formas es tu opinión, pero di que defender a calviño frente a Yolanda no te hace distinto a «nosotros dos»