Foto: Flickr Moncloa

La crisis del Covid19 ha provocado que España recupere el protagonismo en Europa tras los años de sometimiento absoluto del PP y de Mariano Rajoy. El gobierno de coalición progresista liderado por Pedro Sánchez y su equipo de vicepresidente y vicepresidentas está consiguiendo que España se sitúe en el punto clave de las decisiones, sobre todo por las medidas proactivas propuestas de cara a la mutualización de la deuda para que la reconstrucción a la crisis sanitaria sea de todos los Estados miembros y, en base a ello, no crear la situación del año 2012, cuando los países ricos del centro y el norte de Europa provocaron que el sur no pudiera salir de la crisis global sin decenas de millones de víctimas, además de generar una desigualdad nunca vista desde el fin de la II Guerra Mundial.

El Gobierno español, con su presidente a la cabeza, va a proponer la creación de un gran fondo de 1,5 billones de euros financiado con deuda perpetua. Se trata de una apuesta muy fuerte y desconocida por parte de España, un país que durante el gobierno de Rajoy se sometió prácticamente y sin resistencia a lo que se decidía en Bruselas, en Estrasburgo o en Fráncfort, por más que esas decisiones fueran injustas y perniciosas para la ciudadanía española.  

Esta propuesta pondrá a países como Holanda y Alemania, que se han negado a la emisión de deuda mutualizada —los llamados «coronabonos»— con la complicidad del Partido Popular y de Ciudadanos, ante la tesitura de apostar por el neoliberalismo salvaje del norte y el centro de Europa y retornar a los principios fundacionales de la UE.

Dos son los frentes fundamentales que tiene abiertos Europa en estos días para dar una respuesta a la pandemia del coronavirus. Un primer frente sanitario con dos escenarios:

  • El actual de medidas cautelares antes del desarrollo y creación de la vacuna. Por tanto, con un gasto sanitario desbordado en los presupuestos de cada uno de los países y con ello lograr frenar el brote, incluso la posibilidad del rebrote que es muy posible.
  • El segundo, a partir del desarrollo de la vacuna, en donde la inmunización de la población volverá a la situación precedente a la provocada por la pandemia.

Hay un segundo frente, económico y social, que el primer escenario sanitario y la durabilidad del mismo puede ocasionar unos daños colaterales irreparables entre muchos ciudadanos de la Unión Europea, que en estos momentos ya son bastantes altos.

Para evitar dichos daños colaterales al máximo, son necesarias medidas excepcionales, tanto por su necesidad para atender los problemas actuales, como que sean suficientes para atender los problemas que pueden avecinarse en un corto espacio de tiempo y que frenen dichos daños colaterales.

Ante una situación o daños nuevos Europa debe responder con propuestas y acciones nuevas. Las acciones de siempre son insuficientes dada la magnitud del problema y, por tanto, no puede responderse con las recetas clásicas.

No sirven los parches y las condiciones necesarias para dar una respuesta, se necesita medidas ilimitadas durante el tiempo y espacio que sean necesarias para que los ciudadanos no se encuentren todavía más excluidos social y económicamente. Esta es la base sobre la que se sustenta la propuesta de Pedro Sánchez del fondo de 1,5 billones de euros.

Hasta un representante del neoliberalismo más cruel, como Luis de Guindos, lanzó una propuesta sobre la necesidad de implantar una renta mínima sin matizaciones. Sin embargo, dejó en el aire que dicha medida debería ser financiada con las políticas fiscales de cada país.

Para estudio e implantación de la renta mínima, frente a que sea asumida por los presupuestos de cada país mediante la compra o de dicha deuda pública, en estos momentos, Europa debe plantearse ser el prestamista de último recurso, no solamente a través de las recompra de deuda en mercado secundario, sino especialmente en las subastas de deuda en mercado primario o en emisión de cada país.

Tanto Luis de Guindos como el BCE saben perfectamente que solamente actuando bajo ese prisma se podrá prevenir una crisis del euro, que puede tener peores efectos que la del año 2012. Las primas de riesgo ya están advirtiendo que las medidas emprendidas por el BCE han sido necesarias, aunque no suficientes, fruto de ello es que la prima en países como Italia, España, Portugal y Grecia ya están alcanzando precios preocupantes, mucho más con la fundamental expansión de los presupuestos vía endeudamiento para responder a las situaciones actuales.

En una crisis sanitaria global como la actual, el BCE no solo puede mirar el incremento de la masa monetaria y sus agregados, con todas sus variables, sino que está obligado a vigilar y realizar una expansión monetaria especialmente de la M0, puesto que dicha liquidez es la que va a favorecer la demanda agregada cuando se reactive totalmente la economía europea.

Por tanto, debe ser el BCE quien asuma la entrega directa o helicóptero monetario a todos aquellos ciudadanos europeos que no dispongan del 40 % del salario medio de cada país (778 euros mensuales en España).

El pasado viernes día 17 de abril, el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, declaró que toda la actividad financiera del BCE debe ser realizada a través de los canales convencionales como es la banca o instituciones financieras de la UE.

Sin embargo, para aumentar la demanda agregada de cada país de la UE pueden realizarse medidas exclusivas y de exclusividad para todas aquellas personas físicas o jurídicas que puedan asumir las condiciones de las políticas financieras. Ahora ¿hay que poner y redistribuir parte de los beneficios conseguidos por el BCE en su política de financiación hacia todas aquellas personas que no disponen de ingresos mínimos para vivir dignamente, incluso para subsistir? Mucho más en estos momentos en donde el precio del dinero está en negativo. Es ahora cuando la distribución de la masa monetaria, y en especial el agregado M0 para aumentar la demanda agregada, debería alcanzar a todas aquellas personas que carecen de los mínimos recursos no solo para vivir sino para subsistir y que el BCE, con un regadío de liquidez y no con el gota a gota que ha planteado y está realizando junto con la Comisión Europea. Sólo así se podrá reestablecer la situación económica y social a la mayor brevedad posible en la Unión Europea. Por tanto, para vino nuevo, odres nuevos.

Las afirmaciones de Jens Weidmann son insuficientes y no dan respuesta a la situación actual.

Finalmente, el BCE tiene tres frentes que necesita abrir y no el único escenario que ha tenido hasta ahora y que resulta insuficiente para dar respuesta a la realidad actual y a sus problemáticas en estos momentos:

  • Financiar la actividad privada a través de las instituciones financieras, suponiendo dicha financiación un 35% del balance.
  • Financiar y ser prestamista de último recurso a los gobiernos, tanto el europeo como los nacionales, y que los servicios públicos esenciales como sanidad, educación y políticas sociales no tengan ningún coste de financiación. Suponiendo un 55% del balance.
  • Poner en marcha el helicóptero monetario a todos aquellos ciudadanos que antes, durante y después de la pandemia, han sido, son y van a ser los excluidos de esta crisis. Suponiendo un 10% del balance del banco.

Cuando se asuman estos tres roles será cuando la política económica y financiera de la Unión Europea será inclusiva y solidaria, mientras tanto continúa siendo exclusiva e insolidaria con sus mismos ciudadanos, algo que el presidente Sánchez y su gobierno pretenden frenar con su propuesta de crear un fondo de 1,5 billones de euros. La pelota está, como siempre, en el tejado de los más ricos y, en consecuencia, de los más insolidarios.

2 COMENTARIOS

  1. Esto es como si tú vas a un Restaurante, quieres comer gratis y le dices al dueño si está con las personas o con el capital. La típica petición comunista: dame a fondo perdido y gratis para gastar, no pagamos. Eso es la deuda perpetua. ¿Un alemán, sueco, noruego, Filandés, Francés, etc. nos van a dar dinero para mantener 255 chiringuitos inútiles de género o para nuestras juergas sociales de viérnes electorales y con comunistas en el gobierno? ¿El europeo que lea hoy que Irene Montero ha gastado 225.000 € en distintivos de igualdad, va a tener ganas de darnos algo?. Respondiendo al título de este artículo: realmente sí que estamos poniendo a la UE contra las cuerdas.

  2. A mendigar de los europeos, mientras los corruptos roban inpunemente y los que Europa dé, tambien para los corruptos que no para los españoles de bien. Vergüenza de políticos tiene España.

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