Luis Abinader, presidente de la República Dominicana, ha ordenado el cierre de la frontera con Haití tras el asesinato esta madrugada del presidente Jovenel Moïse.
Tras conocerse el asalto armado que terminó con la vida del dirigente haitiano, Abinader convocó de urgencia una reunión con la cúpula militar para definir las estrategias ante la más que posible inestabilidad que se producirá en Haití por el magnicidio.
Por otro lado, Abinader dio orden de reforzar de la presencia militar y de las actividades de vigilancia y seguridad en la frontera.
El magnicidio
A la 1 de la madrugada, hora local de Haití, un grupo de hombres armados atacaron la residencia oficial de Jovenel Moïse y le asesinaron. En el ataque también fue herida Martine Moïse, la primera dama, quien ha fallecido horas después.
El primer ministro interino, Claude Joseph, declaró que se habían tomado todas las medidas para garantizar la continuidad del Estado.
Disturbios en febrero y refuerzo de la frontera
Moïse tuvo un mandato turbulento desde que accediera el poder en 2017. Se enfrentaba a varias acusaciones de corrupción, lo que provocó importantes y violentas protestas en la calle. En concreto, en el mes de febrero cientos de miles de personas tomaron Puerto Príncipe reclamando la dimisión del presidente hoy asesinado.
Haití se sumió en una grave crisis política cuando el presidente Jovenel Moïse denunció que un grupo opositor preparaba un golpe de Estado.
Ante estos disturbios, el gobierno de Abinader decidió reforzar la vigilancia en la frontera, llegando, incluso, a desplegar aviones de combate Supertunaco.
Fue el propio Ministerio de Defensa quien, a través de sus perfiles en redes sociales, informó de que los cazas habían sobrevolado «todo el perímetro fronterizo». Además, se desplegaron tropas y carros de combate del Ejército dominicano.
A pesar del despliegue militar dominicano no se registraron manifestaciones en las zonas de frontera entre ambos países y tampoco hubo un desplazamiento masivo de civiles a raíz de los disturbios.
