ReTales 6 de septiembre

2

Salida del Sol: 7.45 Puesta del Sol: 20.36

Probabilidad de lluvia: 0% Humedad: 25%

Viento: NNO 8 km/h Sensación térmica: 32º

Miércoles, 6 de septiembre. Día D.

Llegó el día. Tanto alimentar tensiones tenía como objetivo llegar a este momento: el instante en el que el Parlamento de Cataluña activase la maquinaria rumbo hacia la puesta en marcha de las Armas de Decisión Masiva. Sí. Lamento decirle que todo lo que hoy ha visto en las cadenas de televisión, en los telediarios, en los distintos periódicos, no es más que el altavoz de una enorme bronca más o menos simulada. Sí, se está montando «un pollo» de manera controlada. Y si uno lo piensa intentando hacer un ejercicio de objetividad, solamente podemos pensar que no es normal que se monte semejante follón por querer consultar.

(Es que no quieren consultar, es que quieren desconectarse, quieren irse, quieren romper España!!!!!!!!) No lo niegue, seguramente usted ha pensado esto ahora mismo al leerme. Y lamento decirle que su pensamiento está influido por lo que alguien quiere que usted piense. Nadie quiere romper nada, nadie quiere irse a ningún sitio. Por el momento, por mucho ruido que haya, de lo único que se está hablando es de desarrollar un procedimiento de CONSULTA para conocer el sentir y el pensar al respecto de una posible (y futura) independencia.

En mi opinión, el foco de todo este asunto está puesto, de manera intencionada, en algo que ahora mismo no debería ser. Me explico: la cuestión es la imposibilidad manifiesta de realizar consultas al pueblo. Ni más ni menos. Ese es el asunto en liza. Y es que, según se interpreta la ley, opinar sobre la independencia de un territorio va contra ella. Y considero que es un error. Porque no tiene sentido que existan partidos que en su programa tengan el compromiso de llevar a cabo un proceso de independencia, que puedan presentarse a unas elecciones, incluso puedan ganarlas, pero a la hora de iniciar su andadura se encuentren con todos los bloqueos institucionales habidos y por haber (con la colaboración de los medios de comunicación, la justicia, y otros actores que se prestan a ello).

La propia Ley electoral es una tela de araña: ¿por qué? pues porque con el actual sistema electoral no es posible que a estos partidos independendentistas les puedan votar en otros territorios que no sean el suyo; y sin embargo, necesitan tener presencia en el Congreso de los Diputados para poder plantear la reforma Constitucional pertinente. De esta manera, tenemos representación en las Cortes Generales de partidos independentistas, pero estos nunca tendrán el suficiente peso como para promover los proyectos que defienden. Por muchos votos que obtengan en sus territorios, es imposible para ellos competir con los partidos de circunscripción nacional. Y partiendo de esta base, todo resulta igual de absurdo y complicado para poder dar un planteamiento real a estas posiciones.

Usted pensará que yo soy independentista. No lo soy. Soy demócrata. Sin más. Y creo profundamente que todo el mundo tiene derecho a plantear sus propuestas en igualdad de condiciones, con todas las garantías y, en caso de que alguna sea mejorable, existan mecanismos óptimos para su consecución. Observo un abismo lleno de dificultades a la hora de que los partidos políticos independentistas puedan plantear sus propuestas y llevarlas a cabo. Y eso, sencillamente, supone un fallo en un sistema que quiere denominarse democrático.

Claro, la respuesta a este planteamiento es obvia: ¿cómo puede ampararse dentro de un sistema cabida para quienes quieren salirse del sistema? De eso se trata precisamente el ejercicio de la democracia en su sentido más amplio. Como cualquier acuerdo, como cualquier contrato, como cualquier relación: será positiva en la medida en que se fundamente en la igualdad de las partes, en su libertad y en su absoluta capacidad para poner condiciones y hacerlas cumplir. Esto es complicado cuando la parte quiere ponerse al mismo nivel del «todo».

Todo esto que le digo le sonará inocente, grandilocuente, incluso ingenuo… pero no consigo entenderlo de otra manera. Falta respeto, diálogo, empatía. Falta pedagogía. ¿Y por qué? Pues porque de esta batalla sacan beneficio los que más escándalo están montando. «Los unos» y «los otros». Y lo que necesita esta situación ahora mismo es hacer un esfuerzo colectivo por abrir posibilidades: no es tan malo hacer una consulta a la ciudadanía que reside en Cataluña. No lo es. Y ahí deberíamos hacer todos un ejercicio de reflexión, desde la humildad y el ánimo propositivo. 

Por eso considero que el papel que está jugando el PSOE es muy positivo. Mucho. Insuficiente. Pero ha roto por fin la dinámica. No puedo negar que las declaraciones de esta mañana de Pedro Sánchez en la SER  me han descolorado un poco, sobre todo después de su buena intervención en Ferraz el pasado lunes. No me gusta ese blindaje con el gobierno. No me gusta esa foto con Rajoy y Rivera. No me gusta que haya dejado a un lado su promesa de desalojar a Mariano de la Moncloa como principal tarea. No me entusiasma tanto rechazo a la consulta del 1 de octubre, y no creo que sea positivo el tufillo que puede impregnar al PSOE. Hablando claro: la propuesta del diálogo puede tener muy buen resultado, siempre y cuando incluya en esa mesa a todos los actores políticos catalanes y estableciendo el mismo peso para todos; o puede ser un error que enterrerará a los socialistas de manera fulminante.

No defiendo la ambigüedad de Iglesias. Tampoco me gusta. Un juego del sí pero no, que no conduce a ninguna parte, salvo a intentar nadar y guardar la ropa en este mar de confusión. Podría (y debería) ser mucho más claro y contundente. 

De Rivera no puedo esperar otra cosa distinta a lo que está haciendo: ser la muleta de Rajoy.

Y al final, en esta pantomima, es lo que los Populares quieren: un careo de gallitos donde solamente quieren enseñar músculo y dar a entender que están rodeados. Y no hay más. Permítame que dude de que realmente les importe y les preocupe la situación real de Cataluña, su sentir, su pesar y sus anhelos. No. Lo único importante aquí es hacer fuerza, abrazar casi hasta la asfixia a las fuerzas políticas de la oposición mientras éstas se desmoronan y se hacen trizas. Y así, simplemente, se garantiza su perpetuidad en el poder. Aunque esté (presuntamente) hasta el cuello de corrupción.

Por eso me preocupa que Rivera y Sánchez le hagan el juego. Bueno, siendo sincera no es que me preocupe, es que me cabrea: porque deja en evidencia lo que realmente hay: lo mismo de siempre.

Y no, no es para tanto lo que está sucediendo en Cataluña. Por mucho que así estén dando a entender los medios. No están dando un golpe de Estado; no están atacando a la democracia (porque precisamente están intentando ejercerla y no se lo permiten). Lo que está produciendo el asunto de Cataluña es, si se quiere considerar así, un golpe al sistema. Y por eso el sistema se revuelve. De este modo le invito a analizar la situación, con otro cristal.

Intuyo que Rajoy intentará salvarse cuando en realidad lo que merece es una moción de censura. Cuanto antes. Y a partir de ahí, con un nuevo gobierno, establecer las vías de diálogo necesarias con Cataluña y con todas las naciones españolas que requieren un nuevo planteamiento territorial (si, en este sentido el discurso de Sánchez me gusta; lo que no me encaja es que pretenda ponerlo en marcha de la mano de Rajoy).

Han pasado más cosas. Pero dejándome llevar por todos los demás, he hablado solamente de Cataluña. Y si usted quiere darse un paseo por los distintos periódicos, verá que prácticamente en todos pone lo mismo. Por eso no he perdido el tiempo en buscar titulares para usted.

Mañana espero que haya más información, y mejor.

2 COMENTARIOS

  1. ¡Cuanta incoherencia en su artículo! ¿Se imagina usted si, no obstante la constitución y la ley, cada región, cada provincia, cada pueblo de España, decidiesen de convocar referéndums con la pretensión de tener derecho a decidir? ¡Resultaría un caos incontrolable!
    Si cada cual tiene derecho de decidir lo que se le antoja, sin respetar lo que piensa el resto de la sociedad, puede matar, robar, violar, etc, impunemente y entonces ¿Para que existen las leyes?

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre