Parece una contradicción la pregunta, por las noticias que nos llegan diariamente no lo parecen de verdad. Están especializados en un montón de materias que nunca se habían visto hasta ahora. De toda la vida he estado convencido que su tarea estaba, toda ella, dedicada a la judicatura, el estudio y la aplicación de las leyes y, de acuerdo en estos términos, impartir justicia en todas sus vertientes y especialidades.
Pero en un corto espacio de tiempo se han especializado en otras materias, de tal manera que, de repente, se han convertido en expertos en temas que no tienen nada que ver con lo que hasta ahora venían haciendo y hay que reconocerles la rápida adaptación que han llevado a cabo para conseguirlo.
La primera de estas materias fue la política. Se inició cuando el gran Mariano Rajoy, no gustándole el Estatuto de Cataluña, se dirigió al Constitucional que estudió el caso y se lo cargó anulando parte del texto, por inconstitucional sin darse cuenta que, lo que estaba fuera de la ley es válido en Valencia y Andalucía.
Ahora, pero, el caso más reciente es el de la educación, se han vuelto maestros y pedagogos; ellos son conscientes que si no se usa el castellano en la escuela catalana, el idioma imperial de España corre el riesgo de desaparecer (sic) y, esto no pueden tolerarlo de ninguna manera, faltaría más.
En el tema de la pandemia, a requerimiento de la derecha españolista, se declaró inconstitucional el estado de alarma y el confinamiento para evitar los contagios. ¿Qué importancia tenía el nombre, estado de alarma o de excepción, si el tema era el que era y fue aprobado en el congreso por mayoría? ¿Podríamos creer que así se criticaba al gobierno para debilitarlo?
Otra materia es la relativa a la sanidad e higiene. Los tribunales, como nuevos expertos, son ahora mismo los que deciden cuando y como los horarios del confinamiento, de apertura de locales comerciales, de los bares y restaurantes, el número máximo de personas juntas, también fijan horarios del ocio nocturno, capacidad de gente en los teatros, campos de fútbol y una larga lista. Ahora decidirán la obligatoriedad o no del pasaporte Covid. ¿No sería más lógico que estas decisiones las tomaran las autoridades sanitarias?
Ahora también son expertos en música, quizás no dominen el solfeo, es decir el sonido que acompaña la letra, pero de letras saben muchísimo, lo que dicen, su significado, la doble intencionalidad, que barbaridad lo que llegan a saber sobre letras, la prueba está en la cantidad de causas judiciales para multar o encarcelar músicos, cantantes y raperos, por lo cual algunos ya están en prisión y otros han optado por exiliarse.
Estos son algunos ejemplos que demuestran el talante de los tribunales españoles actualmente y que se podría ampliar con el tribunal de cuentas, que tiene muy poco de tribunal y mucho de ente sancionador y recaudador político.
Qué lástima que esta adaptación no la hagan en su especialidad principal acercándose a los Tribunales Europeos de Justicia y de Derechos Humanos. La capacidad la tienen más que demostrada, solo deberían tomar otra dirección y olvidar las materias a las que se han acercado y que no les corresponde.
Cómo si no se explica la cantidad de sentencias que son rechazadas por Europa, las sanciones a España por no incorporar algunas directivas del TJUE? La unidad de España, la defensa absurda del castellano, el ataque a las lenguas minoritarias y la protección integral de la Corona, parecen ser los únicos motivos que guían todas sus actuaciones.
Decididamente la respuesta a la pregunta del encabezamiento es un NO rotundo.
NO.
El titular del artículo me hizo pensar en qué se habría tomado Manel Mas justo antes de escribirlo, pero al leerlo he llegado a la conclusión de que lo que se hubierea tomado le había sentado muy bien.
¡Que descanso!
No, pero tampoco tiene los peores.
En democracia, de entre todos los países del mundo, ocupamos el puesto 19 (Bélgica el 31) y en justicia el 21 de entre 180 países de los que se tiene datos. Por otra parte el número de condenas (%) por violación de derechos son similares a las de Alemania, Francia o Austria.
Sobre lo de «defensa absurda del castellano en Cataluña» es inconcebible que en una comunidad con dos lenguas mayoritarias un grupo (el catalanohablante el 35%) tenga derecho a escolarizar a sus hijos y a rotular sus comercios en su lengua y el otro (el hispanohablante el 55%) no pueda escolarizar a sus hijos en su lengua (tal como aconseja la ONU que se haga) y se les multe por rotular sus comercios en la lengua propia del 55% de los catalanes.
Y no me venga con el manido cuento de que el español se aprende en la calle, porque no solo es una cuestión instrumental, de aprendizaje que perjudica a los niños inmersionados, sino de igualdad de derechos y libertades.
La inmersión es una aberración pedagógica y un instrumento de aculturación para mudar a los niños de lengua. Lo era en tiempos del franquismo cuando se hacia en español y los es ahora cuando se hace en catalán.
En Finlandia, uno de los país mas avanzado y democráticos del mundo, no hay «inmersión». Los dos grupos lingüísticos, mayoritarios fineses y suecohablantes escolarizan a sus hijos, en sus lenguas propias y estudian la otra lengua como asignatura. Finlandia tiene los mejores resultados escolares del mundo.