Ante las previsiones de altas temperaturas y menor volumen de precipitaciones, el Fiscal de Sala Coordinador en materia de medio ambiente, Antonio Vercher envió en mayo un oficio a los Fiscales Delegados comunicándoles la necesidad de reforzar la vigilancia respecto a los planes de defensa de incendios, obligatorios para los consistorios con superficies forestales en sus términos municipales.
En el documento enviado a las Secciones de Medio Ambiente también pedía a los fiscales realizar controles, a través las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y agentes competentes, en vertederos, líneas eléctricas, líneas de ferrocarril, zonas recreativas, e incluso campamentos infantiles y juveniles situados en terrenos forestales que impliquen riesgo de incendio. «Se comunicará a los titulares –públicos o privados-, de estas actividades que deben adoptar las medidas procedentes para evitar incendios en estas zonas», rezaba el escrito.
La Unidad que dirige el Fiscal de Sala Coordinador en esta materia, Antonio Vercher, ha recopilado los últimos datos sobre grandes incendios forestales -de más de 300 hectáreas- facilitados por la unidad adscrita del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil hasta el 15 de agosto.
En España se han visto afectadas 177.309 hectáreas, según el seguimiento de grandes incendios de más de 300 hectáreas, sobremanera en las provincias de Zamora, Lugo, Orense y Zaragoza. Detrás de la mayoría de ellos está la presunta interacción humana con el bosque, sea de forma intencionada o por comportamientos negligentes como el uso de máquinas, determinadas herramientas o colillas.
Acuíferos y aguas subterráneas
El Fiscal de Sala señala la importancia de una correcta valoración de las consecuencias en los acuíferos y aguas subterráneas, «ya que los incendios tienden a reducir la cantidad de agua que se infiltra en el subsuelo, sin olvidar que se degrada su calidad por la contaminación existente en el bosque que se libera a las escorrentías que arrastra la lluvia, proceso que tiene lugar como consecuencia del incendio, de las llamas».
Los incendios forestales provocan considerables alteraciones en el medio físico, materializadas en impactos negativos sobre la flora y fauna. La Fiscalía recuerda que «es indispensable extremar las precauciones para cuidar y preservar nuestros bosques».