jueves, 2mayo, 2024
16.4 C
Seville

Y… ¿Qué tal si empezamos con la inteligencia emocional?

Isabel Jiménez Jiménez
Isabel Jiménez Jiménez
Coach personal experta en Inteligencia Emocional y Maestra en Psicología Positiva Aplicada, ha centrado su desarrollo profesional mediante un enfoque comprometido con la búsqueda de la gestión emocional de forma multidisciplinar. De este modo, se ha especializado en diferentes áreas complementarias que le permiten abordar el desarrollo personal y el crecimiento interno, así como la correcta gestión de las emociones.
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

El tema de la Inteligencia Emocional es algo muy importante a la hora de relacionarnos con las demás personas, porque además de ayudarnos a conocernos a nosotros mismos, nos da la posibilidad de mejorar nuestras relaciones con los demás, sobre todo con las personas de nuestro entorno más cercano como son por ejemplo nuestros familiares, amigos, etc.

Es verdad que el “cómo sentimos” cada uno de nosotros parece que es un proceso automático, es decir que ocurre por sí mismo dentro de ti. Pero eso no es exactamente así.

Cuando adquirimos la habilidad de conocernos mejor a nosotros mismos, nos damos cuenta de que es posible tomar partido a la hora de manejar nuestras emociones y trabajar a nivel interno para que éstas actúen a nuestro favor, de esta manera estaremos haciendo una correcta “gestión emocional”.

Para ello es muy importante tomar conciencia de qué es lo que pasa en nuestro interior, podemos hacernos preguntas, sobre nuestros pensamientos, sobre lo que sentimos, y cuando tengamos esto, la pregunta más importante: esto que estoy pensando ¿cómo me hace sentir? Te pongo un ejemplo:

Creo que mi mejor amiga no se acuerda de mí, no me ha llamado hoy, ella sabía que hoy es un día muy importante para mí y ni siquiera me ha mandado un mensaje. Yo esperaba que me llamase y ha pasado el día y me he sentido completamente sólo. Pues ¿sabes qué? Que yo tampoco la voy a llamar.

Aquí tienes un ejemplo de tu relato mental, ahora empieza a preguntarte:

esto que estoy pensando

  • ¿es realmente cierto?
  • ¿cómo puedo saber que mi amiga no se ha acordado de mí si yo no le he preguntado?
  • ¿y si le ha pasado algo por lo que no me ha podido llamar?

¿Qué siento en este momento?

  • Siento rabia
  • Siento tristeza
  • Siento deseos de venganza

Y todos estos pensamientos ¿cómo me hacen sentir?

  • Me hacen sentir frustrado
  • Me hacen sentir decepcionado
  • Me hacen sentir no querido

Siendo sincero contigo mismo ¿estás siendo justo con tu amiga?

Esas emociones que estás sintiendo ¿quién las ha provocado?

¿Ha sido tu amiga o han sido tus pensamientos?

Y cuando respondas a todo esto ¿qué piensas hacer al respecto?

Tal vez la respuesta correcta sería: Voy a llamar a mi amiga por si le ha pasado algo, es muy extraño que no me haya dicho nada en todo el día.

Llamas a tu amiga y te cuenta que se ha escapado su perrita y la acaban de encontrar ¡te estaba escribiendo justo ahora para contártelo y preguntarte que tal ha ido tu día, sabía que hoy era un día importante para ti! te contesta.

Y tú… recuerdas todos esos pensamientos, todas esas emociones y lo mal que te has sentido durante todo el día.

Si hubieses tomado conciencia de tus pensamientos, podrías haberte evitado todo esto ¡con una simple llamada de teléfono!

 Con este sencillo ejemplo puedes ver cómo prestando atención a tus pensamientos y a cómo te hacen sentir puedes evitar muchos malos entendidos y también, actuar de manera proactiva para solucionar cualquier situación que te haga sentir mal.

 Así harías una correcta gestión emocional.

También es cierto que la mayoría de las veces, las emociones que sentimos parecen producidas por los estímulos externos; aunque realmente, somos nosotros los que tenemos el poder para decidir si es así cómo nos queremos sentir o no, como hemos visto en el ejemplo anterior.

Para ello es primordial hacer una buena gestión con nuestros pensamientos. Pensarás que lo primero es la emoción porque es lo que sientes con más intensidad, pero cuando sientas algo que te hace perder tu equilibrio emocional, tan sólo observa tu mente.

Lleva la atención a lo que estás pensando y toma un momento de pausa para mirar dentro de ti.

Cierra los ojos y mira en tu interior, escucha tu voz interna y toma conciencia de lo que ese pensamiento te hace sentir y en ese justo momento ¡ya lo tienes! Empieza el proceso que hemos visto anteriormente y actúa para empezar a tomar tu propio poder personal y manejar tus emociones para que trabajen a tu favor.

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
Advertisement
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído