El mal perder del PP con las encuestas del CIS

Las encuestas del CIS que dan como ganador de las elecciones a Pedro Sánchez ponen nervioso al PP que, ahora, pone en duda la calidad y el criterio de estos sondeos y piden la comparecencia en el Senado de la vicepresidenta Carmen Calvo y del director del Centro de Investigaciones Sociológicas, García Tezanos.

El PSOE acusó al PP de que el CIS le favorecía y ahora se da la vuelta a la tortilla

En la última encuesta publicada esta semana sobre intención de voto por el CIS, Casado hunde al PP. La respuesta de los populares no se hizo esperar, y ha lanzado serias acusaciones de manipulación. Algo que también puso en duda el PSOE en la época del PP en el Gobierno, donde también salía siempre muy favorecido el partido del Gobierno.

Pero la diferencia entre el PP y el PSOE a la hora de lanzarse acusaciones, es que los populares no dudan, para conseguir acabar con el Gobierno de Sánchez, en tambalear los cimientos del Estado de Derecho y de la Democracia si fuera preciso. Con la visita de Pablo Casado a Europa, las cosas han quedado claras: Caiga quien caiga.

Un método discutible

Desde que Tezanos llegó a la presidencia del CIS, tras la presencia de Pedro Sánchez a Moncloa, el Centro de Investigaciones Sociológicas ha estado rodeado de polémica. Era difícil de entender que el director del CIS saliera directamente de Ferraz. Y es que, en aquel momento, Tezanos era secretario de Estudios y Programas de los socialistas, un puesto que se resistió a abandonar.

Pero la polémica real llegó cuando se conoció el método empleado para calcular la estimación de voto desde la llegada de Tezanos. Los nuevos barómetros con preguntas preelectorales, que ahora tienen una periodicidad mensual en lugar de trimestral, eliminan la tradicional cocina y trasladan los resultados mediante una sencilla regla de tres con los datos de intención directa de voto más simpatía, sin modificar apenas lo que contestan los consultados. El nuevo sistema beneficia al PSOE.

Beneficios, que parece que nadie discute aparte, lo cierto es que los sondeos del CIS y todos los publicados hasta el momento desde la llegada de Pedro Sánchez al poder dan ganador al PSOE.

El estudio del último CIS se llevó a cabo a principios de octubre. Fue un periodo convulso, tras dimitir la ministra de Sanidad, Carmen Montón, y la polémica por la tesis del Presidente.  Por coincidir, coincidió, hasta con el aniversario del 1-0 y el ultimaton de Quim Torra a Pedro Sánchez para que negociara un referéndum de independencia en Cataluña. Pero nada de esto parece pasar factura al PSOE. Para los socialistas, el sondeo, diseñado a través de 3.000 entrevistas presenciales, confirma que la llegada a la Moncloa ha supuesto un revulsivo, reforzando el empeño de Sánchez de agotar la legislatura porque el viento sopla a favor.

Ciudadanos y Podemos

Ciudadanos y Podemos también tienen motivos para cierto optimismo. Los naranjas están muy lejos del liderazgo demoscópico que ocupaban antes de la moción de censura, cuando todos los sondeos los colocaban en primer lugar, pero suben casi un punto y medio respecto al barómetro del mes pasado, que les daba una intención del 19,6%, y continúan restando apoyos al PP. Más de un 20% de quienes votaron en el 2016 a Mariano Rajoy contestan que ahora respaldarían a Albert Rivera. Los morados, en el mismo sentido, consolidan su tendencia al alza (en septiembre obtuvieron un 16,1% de apoyos, 1,2 puntos menos que ahora) y ven cómo la diferencia entre los bloques de izquierda y derecha se agranda hasta llegar a casi los diez puntos. La suma del PSOE y Podemos da una estimación de voto del 48,9% frente al 39,2% del PP y Cs.

La formación de Casado sale mucho peor parada. Los sondeos suelen premiar la renovación en los partidos, pero no es lo que ocurre con los conservadores, que se encuentran en una dura pugna con Cs y Vox (la formación de extrema derecha obtiene una intención de voto del 1,3%, una décima menos que en septiembre) y ya se sitúan a más de 13 puntos de los socialistas. La dirección del PP optó por un duro ataque, intentando desacreditar al presidente del CIS, José Félix Tezanos, algo que también hizo Cs.