Boris Pérez recordaba, de cuando vivió en Estados Unidos, los Black Friday (Viernes Negro). Se llamaba así al día en el que se inauguran las rebajas navideñas. El cuarto jueves de noviembre los estadounidenses celebran el Día de Acción de Gracias, y el día siguiente, viernes, el Black Friday. Desde entonces la cosa ha derivado y hay empresas en las que el Black Friday dura hasta varios días.
Ese nombre en castellano, Viernes Negro, se refiere a fechas en las que ocurrieron catástrofes. Algunos de esos viernes son: en 1869, el viernes 24 de septiembre se desató una crisis financiera en Nueva York; en 1881 se produce un desastre en Eyemont que acaba con 189 pescadores fallecidos; en 1939, el 13 de enero, el Viernes Negro lo marcó un incendio en Australia; en 1993 una serie de explosiones de bombas en India…
Se relaciona con las rebajas desde el año 1961, cuando la policía de Filadelfia observa un abrumador aumento del tráfico en las calles, ya que la gente sale de compras precisamente el viernes tras el Día de Acción de Gracias. Más tarde apareció una explicación alternativa que propone que los comercios pasan de estar en números rojos a números negros gracias a estas compras.
El mismo nombre se utiliza en otros países, y resulta llamativo que en Nicaragua una cadena haya registrado la marca Black Friday de tal forma que nadie más pueda usarla en ese país ni siquiera para anunciar las rebajas.
El mundo se mueve hacia un uso común de expresiones en el lenguaje. Quizás Black Friday sea una de ellas aunque Boris prefiere usar la expresión en castellano. Se acordó de cuando era joven y en el lugar donde vivía una cadena de tiendas comenzó a anunciar sus rebajas con la palabra outlet, en vez de en castellano. A la casa central de esas tiendas, en donde las rebajas eran todavía mayores, se anunciaban como main outlet. Pronto ocurrió que a la vista de un cartel de este tipo indicando main outlet, de esa tienda se pasó a decir que estaba de Manolete en lugar de decir que estaba de rebajas.
Boris opina que Black Friday puede que no dure mucho, más que nada porque aquí los viernes no es que sean negros, sino que marcan el comienzo del fin de semana. En vez de Black Friday, Boris sugiere que llamarlas rebajas de San Viernes, sería mucho mejor.