En la mañana del domingo 25, y a pesar del clima general de lluvia, cientos de personas han acudido a los homenajes convocados por la Comisión Ciudadana para el V Centenario de la Revolución comunera en diferentes ciudades castellanas, donde se ha leído el manifiesto Villalar 2021.
Dicho manifiesto, que ha recogido casi un millar de adhesiones individuales y colectivas, busca poner en valor el proceso político, económico y social protagonizado entre 1520 y 1522, conocido como Revolución de las Comunidades de Castilla, que supuso un paso de gigante en cuanto a la concepción de las formas de buen gobierno, la salvaguarda de los derechos políticos, jurídicos y civiles, así como en la articulación de la soberanía popular frente al absolutismo de la Corona. De hecho, el texto elaborado por la Junta Comunera, la llamada Ley Perpetua de Ávila pudo ser el proyecto de la primera constitución moderna del mundo, promulgado en Tordesillas en septiembre de 1520.
Por ese motivo, la Comisión ha elegido esta efeméride como símbolo de dignidad, igualdad, libertad y soberanía mantenido en la memoria colectiva, para lanzar un grito de amor propio, comprometiéndose desde todos los ámbitos y sectores a trabajar por un futuro digno para Castilla y sus gentes, para denunciar que, 500 años después de aquellos hechos, Castilla es un territorio de grandes contrastes, caracterizado en la actualidad por una concentración demográfica y de recursos en Madrid, en paralelo al envejecimiento, la despoblación, la desestructuración y la marginación política y económica que padecen las demás provincias. «Nuestros servicios públicos, nuestra sanidad, nuestra agricultura y ganadería, nuestra industria e infraestructuras languidecen, expulsando a muchos jóvenes y condenando a nuestras comarcas al expolio» denuncian desde la Comisión Ciudadana para el V Centenario.
El manifiesto se ha leído simultáneamente en distintas localidades
Ávila, Burgos, Guadalajara, Madrid, Medina del Campo (Valladolid), Mora (Toledo), Palencia, Salamanca, Segovia, Toledo, Tordesillas y Valladolid han sido los lugares donde el manifiesto se ha leído de manera simultánea. La mayor asistencia ha tenido lugar en la Plaza de la Villa de Madrid, con la participación de los diputados autonómicos Vanessa Lillo (UP) y Héctor Tejero (Más Madrid), junto a Elena Martínez (Izquierda Castellana), el presidente de la FRAVM, Enrique Villalobos y representantes de movimientos sociales como José Emilio Martín de la Plataforma Sindical de la EMT.
En Ávila la lectura corrió a cargo de los periodistas Daniel Zazo y Adriana Andolini. En Toledo fue el profesor universitario Fidel Cordero quien tomó la palabra. En Valladolid participó Jesús Cifuentes, cantante del mítico grupo Celtas Cortos. En otras ciudades la lectura del manifiesto ha corrido a cargo de miembros del tejido vecinal y asociativo, y de organizaciones políticas como el Partido Castellano, Izquierda Unida, Unidas Podemos, Izquierda Castellana o Yesca.
Con estos actos se cierra una celebración marcada por las restricciones debidas a la pandemia, y que habrá de esperar al 2022, fecha en que se conmemora el V Centenario de la caída del Toledo comunero al mando de María Pacheco, para poder realizar «un homenaje a la altura», según señalan desde la Comisión.
Tiene narices que se le rinda homenaje a unos señoritos que para no perder sus privilegios levantaron al pueblo contra otro señorito que venía del extranjero.
Al menos esta vez no perdieron la vida únicamente los de la plebe, sino también los señoritos.
Seguro que en Castilla y León no encontraron otra fecha para celebrar Autonomía.
Si la noticía de los Actos no la hubiera firmado Beatriz Talegón, no hubiera realizado su comentario con las tripas de servilismo a la Corte de los Milagros.