El pasado martes el Pleno del Congreso de los Diputados aceptó la toma en consideración de la denominada Ley REDAL, no aprobó la proposición de Ley, ni va a ser publicada en los próximos días en el Boletín Oficial del Estado, tal y como se ha escuchado y publicado en algunos ámbitos. Esta ley, cuyo responsable principal es el diputado Félix Alonso, de Sumar, es muy importante para millones de afectados por los abusos de la banca en los contratos hipotecarios.
Las irregularidades en los contratos hipotecarios fueron descubiertas hace años por, entre otros, Guillem Bou, un tipo sencillo y, como tal, ha conseguido que mucha gente entienda cosas que se diseñaron para que nadie lo comprendiera. Este matemático catalán ha logrado, a través de un trabajo implacable de análisis, que los entresijos de las cláusulas abusivas sean desentrañados, incluso para los jueces. Pero, sobre todo, Bou ha dado esperanzas y armas para que los ciudadanos venzan a los bancos españoles, ha entregado la honda y la piedra a David para derribar a Goliat.
Puntos importantes de su trabajo han sido sus informes como el Estudio sobre desequilibrio financiero en la contratación IRPH de la Dirección General de Consumo de las Islas Baleares y de los cálculos financieros en el informe La protección de los afectados por el índice de referencia de préstamos hipotecarios del Síndic de Greuges de Catalunya.
También ha formado parte de la comisión de estudio sobre el problema de la vivienda del Síndic de Greuges de Catalunya, y ha comparecido en el Parlament de Catalunya y en el Parlament de les Illes Balears para explicar la problemática del índice IRPH.
Por otro lado, fue consultor de diversos grupos parlamentarios para la presentación de enmiendas en el Congreso de los Diputados al Proyecto de Ley reguladora de los contratos de crédito inmobiliario.
Bou, quien no tiene inconveniente en reconocer que, en ocasiones, trabaja desde el comedor de su casa, ha realizado peritajes clave para evitar desahucios y en múltiples procedimientos que terminaron con la anulación de cláusulas abusivas.
Usted es, quizá, el descubridor de las hipotecas REDAL, expóngame en pocas palabras lo que es y lo que implica para los hipotecados
Un contrato hipotecario es REDAL si no determina el importe de los recibos mensuales que debe pagar el cliente. Ello se puede deber a que no se haya pactado dicho importe, que se haya pactado mal o que la fórmula que da el importe de la cuota sea errónea.
La Ley REDAL no habla del IRPH, ¿por qué?
Estando pendientes de la próxima sentencia del TJUE, legislar sobre el IRPH debe hacerse con posterioridad, puesto que podría ser que la ley REDAL quedara desfasada si tratara el tema ahora, e incluso que perjudicara a los afectados.
¿Qué ha significado para usted la toma en consideración de la Ley Redal por el Congreso de los Diputados?
Me parece un intento, esperemos que no fallido, de meter a España en la órbita del estado de derecho. En cualquier país que se precie un contrato con las fórmulas mal es papel mojado. ¿Se imagina que se caiga un avión porque estaba mal diseñado y los juzgados establezcan que la culpa es del pasajero? Pues esto es lo que pasa en España con los contratos bancarios.
Aún queda un largo recorrido en el Congreso hasta que se someta a votación para su aprobación, ¿tiene miedo a que con las enmiendas que se aprueben se pueda desnaturalizar el texto inicial?
Sí, el miedo es justificado. Los diputados a los que la banca tenga en sus manos harán que la ley no salga. Ya hemos visto, y eso no se discute, que los contratos están mal pero, aun así, 31 diputados han votado a favor de quitar casas a las familias con un contrato erróneo.
¿Cómo cree que actuarán los distintos partidos políticos?
Los que defiendan a los españoles intentarán que el redactado de la ley mejore para hacerla efectiva. Los partidos cautivos de la banca trabajarán para que la ley no se apruebe. Lo veremos en los próximos meses.
Es llamativo que exista un problema tan grave y haya sido Sumar, con la fuerza de sus 27 diputados, quién se haya puesto a trabajar, contra viento y marea, para que se haga una ley. No hay que ignorar que Félix Alonso fue el único, de entre todas las autonomías de España, que ha sancionado a la banca por REDAL y por IRPH. Es la soledad de un político honesto.
¿Qué es lo que más le ha decepcionado de la Ley REDAL?
Lo que no me entra en la cabeza es la pasividad del Ministerio de Economía y de los controladores. Imagínense que circulase un medicamento tóxico y el Ministerio de Sanidad se cruzara de brazos. La gente pediría dimisiones enseguida. Y, en cambio, tenemos contratos absurdos que se usan para quitar la casa a familias, existen múltiples fuentes de abusividad, se sabe de hace años y aquí no hay ministro de economía que haga nada. ¿Para qué economía trabaja el Ministerio de Economía?
¿Qué ha significado para la lucha de los afectados por los abusos hipotecarios de la banca la llegada a la política de Félix Alonso?
Fue un antes y un después. Después de llamar a la puerta durante 8 años a la Agencia Catalana de Consumo, que no hizo más que engañar a los afectados para beneficiar a la banca, apareció un Director General en Baleares que dejó a todo el mundo atónito. Creo que Alonso ha hecho que mucha gente se dé cuenta de lo importante que es la política.
Hay otros muchos frentes abiertos respecto a los abusos hipotecarios, ¿se está produciendo un cambio de tendencia en determinados organismos públicos y en los reguladores?
Por lo que sé el Banco de España está siendo honesto cuando nos quejamos de un contrato mal redactado: suele dar la razón al cliente. Pero el Ministerio de Economía está en contra, prefiere que a una familia se le quite la casa a que pueda permanecer en ella porque el contrato hipotecario se lo permite. Así lo ha indicado en su informe al Congreso de los Diputados.
¿Todo esto que ha sucedido con las hipotecas REDAL, el IRPH, las cuotas crecientes, las cláusulas suelo, por citar algunos, es la consecuencia de que los españoles, cuando contratan una hipoteca en realidad están firmando un contrato de adhesión?
Ni idea de lo que significa un contrato de adhesión. No soy jurista, tengo que recordarlo continuamente a la gente.
¿Qué les diría a los diputados que se hayan opuesto o se vayan a oponer a la ley REDAL?
Que no es una cuestión política, es una cuestión científico-técnica. Por tanto, oponerse a la ley REDAL es tanto como decir que la tierra es plana. No es mi culpa si hay políticos a los que les regalaron la secundaria, pero su ignorancia me hace sentir vergüenza ajena.
¿Siguió el debate de la ley REDAL?
Sí, y me sorprendió gratamente cómo algunos políticos, sin entrar a fondo en el tema matemático, entendían el problema: si el contrato está mal, es imposible que el cliente sepa qué ha firmado.
Pero se me pusieron los pelos de punta cuando un diputado dijo que la subamortización era buena, es decir, que engañar al cliente haciéndole creer que paga la hipoteca, cuando en realidad sólo paga intereses, era una buena práctica.
¿Qué pensó al ver intervenciones de diputados tan desafortunadas?
He sido profesor de matemáticas y ahora estoy jubilado. Siempre que pasan cosas así recuerdo el chiste que hacíamos en clase cuando un alumno decía alguna barbaridad: “Deja la droga, no te hace ningún bien”.
Lo mismo le diría a alguna de sus señorías.