El encuentro entre la embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha desarrollado «en el marco de las reuniones que realiza habitualmente con representantes diplomáticos extranjeros», sostienen desde su gabinete.
También ha servido «para reforzar los lazos institucionales, educativos y culturales de la región con el país norteafricano, que es la segunda nacionalidad extranjera con más habitantes empadronados en la Comunidad de Madrid, con más de 83.000 ciudadanos», según el último Informe de Población Extranjera publicado.
Casualidad o no, la reunión se produce al día siguiente de los comicios electorales, a sabiendas de que se trata de un asunto altamente sensible, pues fue el PP, después de mil cambios de postura y la escasa empatía demostrada hacia los refugiados saharauis, quien criticó duramente el cambio de posición de Pedro Sánchez respecto a la situación de los territorios ocupados por Marruecos en el Sáhara Occidental. ¿Qué estará pergeñando la presidenta Ayuso? ¿Su agenda internacional al margen de Génova?.
Cabe recordar que el programa electoral del PP dice que «España necesita poner en marcha una política exterior que responda a los valores compartidos de nuestra sociedad. Una sociedad que es profundamente europeísta; que entiende que, durante más de cuarenta años de democracia, los diferentes gobiernos han sabido mantener un razonable equilibrio entre Marruecos y Argelia sin olvidar nuestras responsabilidades con el pueblo saharaui».
Ahora, parece que esas responsabilidades con el Sáhara se diluyen, y la presidenta de la Comunidad de Madrid se desmarca y tira de foto posando con la embajadora de Marruecos en España para que el mundo se de por enterado.
