La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha sido objeto de críticas en numerosas ocasiones durante su mandato, y su reciente anuncio de revisar los libros de texto en la región no ha sido la excepción. Estas declaraciones, lejos de aportar soluciones a los problemas educativos, parecen tener como objetivo desviar la atención de asuntos más apremiantes y generar polémica en torno a la educación en Madrid.
En primer lugar, es importante destacar que la propuesta de revisar los libros de texto por parte de cuatro Reales Academias carece de un convenio acordado, lo que plantea serias dudas sobre la viabilidad y la seriedad de esta iniciativa. Las propias academias han negado tener un acuerdo en este sentido, lo que deja en entredicho la planificación y ejecución de esta medida.
La justificación detrás de esta revisión, que apunta a evitar contenidos «ideológicos» o de «ingeniería social», parece más bien una excusa para imponer una suerte de censura en el ámbito educativo. El currículo escolar está elaborado por el Estado y las comunidades autónomas, y existe un sistema de inspección que vela por su cumplimiento. Si un texto contradice algún aspecto del currículo, este problema se aborda a través de los canales establecidos, sin necesidad de una revisión masiva de libros de texto.
Es relevante resaltar que, en lugar de centrarse en cuestiones reales que afectan al sistema educativo madrileño, la presidenta Ayuso parece estar utilizando la educación como un pretexto para desviar la atención de otros problemas. Uno de estos problemas es la falta de perfiles profesionales adecuados y suficientes en los centros educativos, como los de Pedagogía Terapéutica, Audición y Lenguaje, enfermería, entre otros. Además, el inicio de curso sin el número necesario de docentes ha generado dificultades adicionales en la organización de los centros.
Es injusto achacar estos problemas a la falta de capacitación del personal docente, que ha demostrado su adaptabilidad a lo largo de los años. Los profesionales de la educación han enfrentado desafíos significativos sin la inversión suficiente por parte de la Administración regional en Educación. Han regulado la convivencia en los centros, utilizado metodologías activas y se han capacitado en competencia digital por su propia iniciativa, mostrando su compromiso con la enseñanza.
Las propuestas de la Consejería de Educación, como los exámenes orales, plantean interrogantes legítimos sobre la imparcialidad y la objetividad en la evaluación. ¿Cómo se garantizará que no haya sesgos por parte de los examinadores? ¿Cómo se podrán reclamar los resultados? ¿Se grabarán los exámenes para evitar posibles conflictos? Estas son preguntas que deben responderse antes de implementar cambios significativos en el sistema de evaluación.
Asi se ganan las elecciones,por la propaganda,por las mentiras y no por como se gobierna y a favor de quienes.Esto ha quedado demostrado sobradamente.
Jesús se dio cuenta de lo que ellos pensaban, y les dijo: «Si los habitantes de un país se pelean entre ellos, el país quedará destruido. Si los habitantes de una ciudad se pelean unos contra otros, la ciudad quedará en ruinas. Y si los miembros de una familia se pelean entre ellos mismos, se destruirán…