La capital de Guinea Bisáu se quedó a oscuras el pasado martes después de que la compañía turca de electricidad cortase el suministro por la deuda acumulada que ascendía a 17 millones de dólares. Así lo ha explicado el ministro de Economía, Suleimane Seidi. La población, de casi medio millón de habitantes, se quedó sin suministro eléctrico durante más de 24 horas. Un problema grave, porque además, no pudieron acceder a agua corriente, que depende de la electricidad; los servicios hospitalarios se vieron también suspendidos, cuando además, ahora mismo las temperaturas son de 40º.
Guinea-Bisáu es uno de los países más pobres del mundo y en 2019 firmó un acuerdo con la compañía Karpowership.
La Compañía Estatal de Electricidad y Agua de Guinea-Bisáu, tenía 15 días para pagar la deuda acumulada.
El ministro de economía explicó en una rueda de prensa que «Karpower había acordado renegociar con el gobierno para garantizar que el retraso no se convirtiera en un problema». Sin embargo, «después de un prolongado tiempo sin efectuar el pago», desde la compañía han explicado que no podían seguir abasteciendo el suministro.
Karpowership es uno de los operadores más grandes a nivel mundial en el sector de la electricidad, y es propietario de una flota de barcos que abastecen a varios estados africanos. Cubrían, hasta ahora, el 100% de las necesidades energéticas de Guinea-Bisáu desde el año 2019.
Esta compañía suministra electricidad a otros seis países africanos: Ghana, Gambia, Costa de Marfil, Mozambique, Senegal y Sierra Leona.
Reanudación del suministro
La empresa ha reanudado sus operaciones a última hora de la noche de ayer, después de recibir un pago de 6 millones de dólares desde el gobierno.
Desde la compañía, un portavoz ha señalado estar «agradecidos» por este pago, que ha permitido mantener el suministro.
