El exconseller Rafael Blasco y su amigo el empresario Augusto Tauroni mantenían una “comunicación fluida” en interés del “negocio común”, que no era otro que disponer de los fondos públicos de cooperación que en un principio tenían que haber sido destinados a proyectos solidarios en países del Tercer Mundo pero terminaron en bolsillos privados. Según los informes de la Fiscalía Anticorrupción, ambos socios solían hablar por teléfono, con el que concertaron numerosas citas, contactos en los que se infiere “una relación estrecha o de amistad” distinta a la que deberían haber mantenido un conseller y el presidente de una oenegé como Fundación Entre Pueblos (más tarde Fundación Hemisferio) que concurría a las convocatorias públicas de subvenciones.
Tras el cese de Blasco como responsable de la Conselleria de Solidaridad y Ciudadanía, empresario y político siguieron manteniendo conversaciones privadas que ponían de relieve la estrecha relación existente entre ellos y la “vinculación” entre los cargos desempeñados por Rafael Blasco y la obtención de “ventajas de tipo monetario” por parte de Augusto Tauroni. De hecho, según la Fiscalía, Blasco le indicaba a Tauroni a qué convocatorias debía presentarse, no solo en la Comunitat Valenciana, sino fuera de ella, haciendo uso de sus contactos políticos. En realidad, pese a que Blasco había cesado como conseller en junio de 2011 seguían manteniendo conversaciones relacionadas con la actividad llevada a cabo por la oenegé Fundación Hemisferio en la Conselleria de Solidaritat.
Esta relación entre ambos le “granjeaba beneficios económicos” no solo a Tauroni sino también a Blasco. El empresario solía entregarle al conseller, con regularidad, pequeñas cantidades de dinero en metálico que le daba “directamente o en sobre” a su secretaria personal. El envío de sobres con dinero, según los informes de Anticorrupción, era algo habitual. El empresario elegía a personas de su máxima confianza para que llevara ese dinero a la sede de las Corts Valencianes. El lugar para efectuar el pago podía ser el propio despacho del conseller o una conocida tienda de golosinas próxima al edificio de la cámara autonómica. A fin de cuentas, los sobres contenían una chuchería, un caramelito que endulzaba al alto cargo de la Generalitat Valenciana.
Sin embargo, en una ocasión en la que Tauroni se encontraba en Miami gestionando la compra de su segundo apartamento en el número 200 de Byscayne Boulevard ordenó a través del correo electrónico un pago a Blasco de 5.000 euros provenientes de subvenciones supuestamente concedidas a Esperanza Sin Fronteras, una de las numerosas oenegés investigadas por la Fiscalía Anticorrupción desde que estalló el escándalo de saqueo a las ayudas del Tercer Mundo. En ese correo se dice, concretamente, que “del paquete que tenía que darme jj me comenta que 5 son para el conill”.
La Fiscalía aclara en ese punto que Tauroni y sus colaboradores, al referirse a Blasco, lo hacían empleando los términos “conejo”, “conill” o “Roger Rabit”. El dinero, que pasó por un complejo entramado de sociedades para evitar dejar rastro, tenía su origen en una transferencia de la oenegé Esperanza Sin Fronteras, que recibió 137.377 euros para un proyecto agropecuario de soberanía alimentaria y la creación del centro de acogida para niños huérfanos y pobres “Un mundo diferente” en la zona rural andina, concretamente en el municipio de Uchiza, en Perú.
Algunas de estas entregas de dinero que realizaba Tauroni las iba registrando en una hoja de anotaciones manuscritas en las que aparecen iniciales unidas a cifras donde se reflejan los pagos en metálico. Entre estas iniciales se encontraban “RR”, “MLL” o “YO”. En la columna correspondiente a “RR” constan dos cantidades por importes de 7.500 euros y 5.000 euros. Estas iniciales se corresponden al nombre de “Roger Rabbit” y por lo tanto a pagos efectuados a Rafael Blasco. Parte de ese dinero se repartió también entre un funcionario de la Conselleria y el propio empresario Tauroni, según los informes de la Fiscalía Anticorrupción a los que ha tenido acceso Diario16.
