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Criminalizar al diferente, perseguir al disidente

Vivimos en democracias más formales que reales. Podemos comprobar lo dicho. Adolfo Pérez Esquivel. (Premio Nobel de la Paz.)

Pedro Antonio Curto
Pedro Antonio Curto
Escritor. Colaborador del periódico El Comercio y otros medios digitales. Autor de los libros, la novela El tango de la ciudad herida, el libro de relatos Los viajes de Eros, las novelas Los amantes del hotel Tirana (premio Ciudad Ducal de Loeches) y Decir deseo (premio Incontinentes de novela erótica). Premio Internacional de periodismo Miguel Hernández 2010. Más de una docena de premios y distinciones de relatos. Autor de diversos prólogos-ensayo de autores como Robert Arlt y Jack London, así como partiipante en varias antologías literarias, la última “Rulfo, cien años después”.
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análisis

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Decía Winston Churchill que una democracia es aquel lugar donde llaman a las cinco de la madrugada y es el lechero. En el Reino de España puede suceder que no sea el lechero y ni si quiera llamen, entran por la fuerza, derribando la puerta y son cientos de policías militares armados hasta los dientes, con perros, helicópteros y drones… sólo faltaron los tanques. Un dispositivo de 500 Guardia Civiles para detener a nueve personas que dormían tranquilamente en sus casas, con sus familias. Hay formas que definen y la fuerza bruta fotografía a un estado autoritario y violento. Si el termino terrorismo procede de terror, está muy claro que producía ese terror.

La justificación para esa violencia de estado provenía de una orden de la Audiencia Nacional (antiguo TOP franquista), por la cual se buscaba a personas que prepararían supuestas acciones “terroristas”. A pesar de que se decretaba el secreto de sumario se han mostrado videos, como uno en el que se ve una olla y un saco, nos hablaron de diversas sustancias explosivas, que nadie ha visto, por el contrario a lo que suele ser habitual, donde se exhibe en fotografías y videos, el material incautado. Se lanzaron rumores de sustancias y detonadores susceptibles de convertirse en explosivos (todo lleno de condicionales), que podríamos tener cualquiera en casa. Todo iba cambiando a las pocas horas, todo lleno de rumores y filtraciones. Para finalizar lo que se ha mostrado como el triunfo definitivo, las supuestas confesiones y aquí se entra de pleno en las irregularidades. Interrogatorios de madrugada, aislamiento e incomunicaciones ilegales, asignación de abogados de oficio cuando estaban otros designados… el viejo conocido de la guerra psicológica y la puerta abierta a la violación de Derechos Humanos que figura en numerosos informes sobre España e incluso sentencias judiciales. Las últimas acusaciones pretenden incluir al presidente de la Generalitat en un relato delirante que lo sitúa en plan para asaltar el propio parlamento que lo ha elegido presidente e incluso Puigdemont; puro Orwel, puro proceso de Kafka.

La cuestión tiene sus antecedentes en las detenciones de otros CDR, grupos anarquistas y llega hasta los inicios de la transición, con atentados de falsa bandera. Muchas de esas operaciones fueron decayendo incluso judicialmente, con el dixan como material explosivo (todavía no había llegado el Fairy). Es algo ya antiguo, figura en todos los manuales de Guerra de Baja Intensidad, utilizado por estados más o menos autoritarios y que preconizan la guerra psicológica, guardando en ocasiones formas democráticas. Desacreditar al enemigo, para después perseguirle legalmente; luego se acogen al eufemismo de que no se persiguen ideas, sino delitos.

Las dictaduras latinoamericanas utilizaron términos como “insurgentes” y “subversivos”, la dictadura franquista “rojos”, entre otros, más modernamente en Occidente, “antisistema”, ahora es el “independentismo” , “separatistas”… construir al enemigo para luego justificar una u otra forma de eliminación. Se trata de adjetivizar con el objetivo de que determinados colectivos o proyectos políticos sean susceptibles de ser considerados peligrosos y hasta delictivos. En este contexto se produce la banalización del terrorismo.

Esto se permite además con la reforma del Código Penal del 2015 con el que se puede acusar de terrorismo sin que haya grupos o acciones terroristas. Las acciones de ETA actúan como referencia de algo que no existe, perp sirve para colonizar los pensamientos. Y no por casualidad se olvida el terrorismo que mayor impunidad ha gozado: GAL, BVE… el terrorismo de estado. Los que hemos trabajado en algún ámbito de los Derechos Humanos sabemos lo difícil que es desmontar el relato oficial, revestido de verdad establecida, de orden y ley. Es el “algo habrán hecho” cuando se producen detenciones arbitrarias y políticas como la de los nueve miembros de los CDR. El Totum Revolutum de la llamada Operación Judas, se apoya además en un método simple pero muy eficaz: la del ministro de propaganda hitleriano, Goebbels, de que una mentira repetida mil veces se termina convirtiendo en verdad. Y hoy, en sociedades mediáticas, no se repite mil veces, sino millones de veces.

Lo cierto es que se trata de una operación de Estado situada en lo que Herbert Marcuse señala como “represión excedente”, es decir la utilización del monopolio de la violencia de forma ilegitima, una de las raíces de los estados totalitarios. Y esto se hace cuando la disidencia se ha hecho hegemónica. Se quiere amedrentar y descalificar al mayor movimiento cívico y democrático que hay en toda Europa y uno de los mayores del mundo. No es baladí que los objetivos principales hayan sido los movimientos sociales, siendo así los primeros presos políticos Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, líderes de ANC y Omnium Cultural. Molesta y mucho, la articulación de la sociedad civil, porque abre las puertas a democracias reales. Ahora les ha tocado a los CDR, nacidos al calor del referéndum del 1º de octubre, movimiento de base, sin jerarquías, crítico, pacifico e incontrolable; la ciudadanía realmente empoderada produce mucho miedo al poder.

La mayoría de la sociedad catalana rechaza el montaje policial, pues, entre otras cosas, es un ataque al consenso básico que hoy existe en Cataluña, y que agrupa en torno al 80 por ciento de la sociedad: el derecho de autodeterminación. No ocurre así en la sociedad española, dominada por la hegemonía de un nacionalismo banal y autoritario, acrítica y que mira con indiferencia, cuando no apoyo a la triste realidad: que el Reino de España tiene siete nuevos presos políticos.

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1 COMENTARIO

  1. NADA ES UN PROBLEMA EN EL MUNDO, EXCEPTO LA MISMA SINRAZÓN CON SUS MIL CARAS (intolerancia, hacerte de poder para defenderte del otro, dos varas de medir para jugar lo mismo, etc).
    Siempre es el mismo PROBLEMA DE FONDO que hay para todos los problemas graves del mundo:
    ¡LA FALTA DE CONCIENCIACIÓN!
    (Pero de concienciación verdadera o racional, no la que tienen muchos con sus prejuicios y fanatismos y definiciones erróneas mentales)
    Yo no he conocido a nadie una la suficiente concienciación que sin duda se requiere; sí, !van como locos!, creyéndose todas las mentiras-sinrazones una y otra vez.
    , por el contrario, a las verdades demostradas no las creen, es como se asustarán de DESPERTAR de una vez, como si estuviesen todos secuestrados por la sinrazón que lamentablemente les ha educado cientos de años. Así es.
    DESGRACIADAMENTE JAMÁS EXISTIRÁ EL BIEN SI NO SE ACABA CON LA MENTIRA PRIMERO(pero la mentira que tienen todos a modo infinito de: sinrazones, definiciones erróneas, frases hechas, «verdades» ya sostenidas en mentiras, inconsciencias sobreprotegidas por el ego interesado, autoengaños, «autopublicidad engañosa», «porque sí», etc)
    https://tusinrazonenturbia.blogspot.com
    No hay cosa más cruel o destructiva por parte de todos que el consentir aún una desprotección al que demuestra razón-bien(que el el ÚNICO ANTÍDOTO para todas las mentiras en la sociedad, ¡para todas!).

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