Recordarán algunos lectores que allá por septiembre 2023, escribíamos en estas páginas, un Artículo titulado: Una Amnistía «Prêt à Porter» o el Estado soy Yo», al cual siguieron algunos más.
El Columnista nunca ha creído en futurólogos, comenzando por sí mismo, y mucho menos, si son profesionales de la política y realizan un tipo de recientes declaraciones como en Chile, apelando a los españoles a realizar una especie de «enamoramiento»futurista cerrando los ojos sobre los «beneficios» e la Amnistía. ¡increíble a todas luces!
El Autor siempre ha creído y obtenido sus conclusiones a raíz de la observación y los resultados empíricos como elementos esenciales en el estudio de la política, ya que proporciona a mi juicio, una base sólida para la toma de decisiones informada en la evaluación de políticas, la identificación de problemas y el desarrollo de teorías políticas. Además, fomentan la transparencia y, finalmente, la rendición de cuentas en el proceso político, lo cual es muy importante.
En el contexto político, en el que nos movíamos por aquellas fechas, «prêt-à-porter» podría ser utilizado metafóricamente para referirse a políticas o ideas que están listas para ser implementadas o adoptadas de manera inmediata, sin necesidad de ajustes o adaptaciones significativas.
Ello, podría implicar propuestas que son fácilmente entendibles, concretas y aplicables en la realidad política y social de aquellos momentos, sin necesidad de un extenso proceso de desarrollo o personalización.
Es decir, podría deducirse, por ejemplo, de una serie de medidas (listas para llevar, o hechas a medida) que un político podría prometer a otro/s para abordar un problema específico, lo que sugiere que estas soluciones están listas y disponibles para su implementación inmediata con una escasa elaboración complementaria: precio y protagonistas.
Con la aprobación de la Comisión de Justicia del Congreso, se establece una situación política que «enroca» aparentemente un primer paso para la impunidad de los responsables del «Procés», pretendiendo con su planteamiento limitar las respuestas de otros poderes del Estado, aun habiendo manifestado en varias ocasiones, él y su Gobierno, no tener la Amnistía cabida en nuestro Ordenamiento.
¿Qué nos espera de aquí a principios de verano?
Tras superar la Comisión de Justicia del Congreso, días atrás, se impone una trayectoria ante el Senado de dos meses de duración, plazo, en el cual se conocerían los Informes emitidos por el Poder Judicial y el Comité de Venecia para después vuelta al Congreso, para su aprobación definitiva, posiblemente entre las Elecciones Vascas y las europeas,
(principios de verano), y, asumiendo, en estos momentos, una postura inocua del Tribunal Constitucional.
Uno, en su limitada experiencia, expresado en términos muy coloquiales, pero con todo respeto: «que la Amnistía, todavía es un melón sin calar» término extendido en estrados,referido a las posibilidades que disponen los Tribunales españoles de presentar en su momento procesal oportuno de actuar ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. (TJUE).
Aparte, y con ello finalizamos, llegarían la aprobación de los Presupuestos, pero que posiblemente no sea el punto final.
¿Quién afirmaría que los sectores independentistas mediante inacciones al uso del Gobierno no van a cejar en sus empeños conocidos?, ya que una Legislatura da para mucho ante unos fines ya declarados y unos escenarios que se presumen muy convulsas
Si disponen de tiempo y ganas, ver en septiembre 2021, en estas páginas: Independencia, ¿se nos marcha Cataluña?
Su Texto respondía al mismo clima de la Observación empírica citada, casi tres años previos, y, contemplando y analizando algunas consecuencias esgrimidas en 2017 por el Independentismo.
