Sin perder a compostura ni la educación, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, dejó ayer en evidencia al diputado de Vox, Ignacio Garriga, quien le acusó de un lanzar un tuit contra los 4 millones de votantes del partido de ultraderecha. Un error al equivocar al ministro con su hermano.
Lo cierto es que se trataba de un mensaje en redes de otro Garzón, Eduardo, el hermano del ministro.
El tuit atribuido al ministro afirmaba que: “Yo creo que la mayoría de los votantes de Vox no han escuchado nunca un discurso de Abascal, porque si no no me explico cómo puede haber tanta gente que vote a alguien que dice tantísimas atrocidades y animaladas”.
“Ha insultado a casi cuatro millones de españoles al presuponer que no saben lo que votan o que votan sin informarse pero, sin embargo señor Garzón, si por algo depositan la confianza millones de españoles en Vox es precisamente porque están muy bien informados”, ha apostillado Garriga en la comisión.
El problema es que ese tuit no es de Alberto Garzón. Es de Eduardo Garzón, su hermano.