sábado, 4mayo, 2024
22.2 C
Seville

Esto es bueno, la fachosfera habla del movimiento de activismo menstrual

El movimiento de activismo menstrual ha cobrado una relevancia sin precedentes en las últimas décadas, marcando un hito en la lucha por la dignidad, educación y salud menstrual en todo el mundo

Carolina Ackermann
Carolina Ackermann
Divulgadora y activista por la salud de las mujeres. Cofundadora de la Asociación de Cultura Menstrual, La Vida en Rojo.
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

Desde el surgimiento del ciberactivismo en este siglo, diversos hashtags cómo #justiciamenstrual, #periodmovement, #periodpositive, #menstruacionconsciente, #menstruactivismo #culturamenstrual y #bloquerojo son usados con frecuencia en las redes sociales. Trascendiendo las barreras virtuales, las campañas que se han impulsado y aún se impulsan con estos hashtags, están consiguiendo influir en derribar el tabú y las violencias derivadas de la pobreza menstrual (educación, infraestructuras adecuadas, productos de gestión menstrual disponibles, salud cíclica y menstrual, etc).

El activismo menstrual ha propiciado que se incluya en la Ley Orgánica 1/2023 la educación menstrual en los centros educativos, el acceso a productos menstruales tanto en centros educativos como en servicios sociales -poniendo el foco en la importancia de la sostenibilidad de los productos- y la baja laboral por menstruaciones incapacitante. Las políticas públicas toman diversas formas según la Comunidad Autónoma, como en el caso de Cataluña, donde este próximo mes de marzo se inicia una campaña de reparto gratuito de productos reutilizables para la menstruación1.

Es miércoles, 10:25h de la mañana cuando el grupo de “Cultura Menstrual” de WhatsApp empieza a dar indicios de que algo ha ocurrido. Suena y vuelve a sonar con su característico sonido de quienestá escribiendo. Yo estoy en el ordenador y deseo centrarme para escribir las palabras adecuadas con el fin de convocar este próximo día 8 de marzo, Día Internacional delas Mujeres, a salir a las calles (también) por la dignidad menstrual y cíclica. “Este 8M el movimiento activista menstrual se prepara para participar por tercer año consecutivo en “Bloque Rojo Internacional”, un llamado a la participación en los diversos territorios y países que nació de Paula Taborda @hormoonal.co”, escribo en una hoja en blanco de Word.

A pesar de las distracciones del móvil que sigue emitiendo sonidos, continúo: “Este 8M 2024, las activistas menstruales nos vestimos de color rojo para incidir en que el tabú sobre la experiencia menstrual persiste y conduce a millones de niñas, mujeres y personas que menstrúan a situaciones de pobreza menstrual y violencia».

Pienso que este es un momento histórico. Siento que, por fin, la menstruación ha dejado, hace muchos años ya, de ser algo de lo que se hablaba en círculos reducidos de mujeres y en algunos espacios alternativos. Hoy en día, hablar de menstruación digna ha tomado forma de movimiento internacional y ha llegado para quedarse.

Cristina Rubio, compañera de la Asociación “AMBA, Menstruación Digna” es quien me escribe de manera particular y me pone al tanto de lo que estaba ocurriendo: la periodista Karina Mariani ha escrito un artículo titulado: “El«activismomenstrual»,lanuevaramafeminista-‘woke’ que amenaza con convertirse en otro chiringuito suculento”. ¡Un artículo que me descompone entera! Me indigna pero a la par, me genera orgullo militante.

Nos llama wokes, pero hasta el PP ha incluido salud menstrual en su programa a las elecciones gallegas de 2024 (páginas 33 y 44) argumenta Nora Pascual Armendáriz, que está en el grupo de Whatsapp y es educadora e investigadora, creadora del proyecto MenstrualmenteHablandoe integrante de la Asociación de Cultura Menstrual LaVidaenRojo.

ES UNA CONTINUACIÓN DEL ACTIVISMO DE LAS FEMINISTAS DE LOS 70

Siguiendo a Chris Bobel, para Miren Guilló Arakistain antropóloga, profesora en el Dpto. de Filosofía de los Valores y Antropología Social doctora en Estudios Feministas y de Género, el activismo menstrual, de alguna manera, tiene que ver con lo que ya hacían las feministas de la salud en los 70, es una continuación. Se incluye en esas genealogías, pero también nos está hablando de nuestra sociedad actual, del feminismo y de las culturas políticas actuales2 .

La opinión de Nora en el grupo es que “nos quieren criticar y reírse de nosotras, pero todo movimiento de cambio genera una contracultura”. Y amplía su argumentación expresando que, “por fin se está generando una contracultura al activismo menstrual. Se nos está oyendo, hasta ahora se nos ignoraba. Empezamos a molestar y esto significa que estamos, y que se están dando cuenta de que tenemos importancia”.

María Zuil Navarro, coautora junto a Antonio Villarreal del libro ‘La mitad que sangra’, publicado por la editorial Libros del K.O. en 2024, me comparte por email un día después de la publicación del artículo de la periodista Mariani su opinión sobre el activismo menstrual: “Activismo menstrual es, precisamente, poner la menstruación en el sitio que le corresponde. Lamentablemente, todavía hay muchos (y peor aún, muchas) a quienes el sectarismo y la misoginia solo les alcanza para llamar «woke» a todo lo que suene a igualdad. Quizá, quién sabe, para poder seguir viviendo de su propio chiringuito”.

Opina que “llamar «chiringuito» al hecho de que se repartan gratuitamente productos menstruales es presumir de una ignorancia privilegiada sobre las condiciones de miles de niñas, mujeres y personas menstruantes en todo el mundo y cómo no tener nada que ponerse afecta a su trabajo, a sus estudios, y sus condiciones vitales más básicas”.

Avanza la mañana y contacto con Laura Medina Perucha, psicóloga, docente e investigadora en equidad y salud menstrual, para tener también su valiosa opinión. «El activismo menstrual se vuelve amenazante para quienes tienen y ejercen el poder social porque pone a la luz los dolores del mundo, las inequidades y violencias que vivimos las mujeres y personas que menstrúan. Es decir, el activismo menstrual cuestiona frontalmente las estructuras de poder y las hegemonías patriarcales”.

A lo que agrega: “saben que los discursos construyen realidades y, por lo tanto, pueden llegar a cambiar los imaginarios sociales y las estructuras de poder. Y me pregunto, ¿cuál es la amenaza de promover la equidad menstrual? O más bien, ¿para quién y por qué la equidad menstrual constituye una amenaza?”

Opina sobre el artículo que “precisamente nos impulsa a seguir trabajando por visibilizar y denunciar las inequidades de género y menstruales. Nos indica que vamos por el buen camino, porque nuestros discursos están tomando fuerza y generando una contracultura.”

NINGÚN ARGUMENTO EN CONTRA

A medida que avanza la mañana, más mujeres del ámbito de la educación, la investigación, la salud, el arte y el activismo menstrual van compartiendo sus opiniones sobre el artículo.

Todas coinciden en que no se ofrece “ningún argumento en contra”. Es lo que envía Nora en un audio de WhatsApp al grupo y agrega: “todos los enlaces son a webs con fundamento, maravillosas: ONGs, activismos, noticias internacionales,… Enlaza cosas super serias, con datos reales”.

“En todo el texto, aunque está hecho a la crítica, ofrecedatos que son los datos que damos nosotras. Es verdad que los tampones y los productos de gestión menstrual (PGM) de “X” marcas famosas son perjudiciales para las usuarias; es verdad que queremos un mundo más sostenible; es verdad que defendemos que la cultura menstrual es más que hablar solo de productos; es verdad que queremos incluir a personas que menstrúan y no se identifican como mujeres,… La única mentira de este texto es que diga que no hay ningún informe para demostrar que algunos PGM son perjudiciales, porque sí los hay, pero en general, no está ofreciendo datos falsos”, explica Nora.

Yo sé que es fácil encontrar información sobre los componentes de los PGM de fabricantes convencionales que han sido relacionados con el cáncer, con disrupciones hormonales o infecciones vaginales —y que afectan a tres de cada cuatro mujeres en algún punto de su vida—, según detallan múltiples informes como el de Women’sVoicesFortheEarth.

Un día después de la publicación del artículo, Mireia Pérez-Sabadell, profesional de la comunicación, docente universitaria e investigadora predoctoral argumenta en una carta abierta a Mariani, publicada en su perfil de Instagram My Best Period: “no sabe cómo me alegra que usted haya hablado sobre el activismo menstrual con tanta profundidad y vehemencia. Con su artículo, ha conseguido usted confirmar que el tabú de la menstruación sigue existiendo. Con su artículo, además, ha conseguido usted llegar a un lugar al que nosotras, las activistas menstruales, ni podíamos ni queríamos llegar: la fachosfera. Enhorabuena y gracias porque, para nosotras, esto que usted ha hecho, más que una tragedia es una gran victoria”.

1Fuente:

https://www.ccma.cat/324/les-copes-calces-menstruals-i-compreses-de-tela-gratis-arriben-a-les- farmacies-dilluns/noticia/3279286/

.2Fuente:

https://www.elsaltodiario.com/feminismos/miren-guillo-arakistain-ideologia-normatividad-menstr ual-sangre-resistencia

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
Advertisement
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído