Esta vez el escenario ha sido Valladolid. El nuevo revés de Ribera al partido de Abascal se ha producido durante el Consejo informal de Ministros de la Unión Europea, con lo hiriente que debe resultar que una ministra de tu país tenga que llamarte la atención delante de los invitados por ignorante. Pero se veía venir. El enrrocamiento de Vox en la conspiranoia y el negacionismo respecto a la crisis climática ha llevado a la ministra a afirmar que el programa electoral de Vox revela la “tremenda ignorancia y el daño tan grave” que se infligiría a la sociedad española después de conocerse el punto 174 de dicho programa, que sostiene que, en el caso de alcanzar el poder, cerrarán “todos los organismos destinados a crear estructuras paralelas del estado (consejos de juventud, defensores del pueblo, consejos consultivos, agencias meteorológicas, cartográficas…)”.
Ribera ha confesado sentirse preocupada. “Que puedan decir tantas barbaridades, tan grandes, es prácticamente abandonar la Unión Europea (UE) y el consenso científico, sin que se ruboricen un pelo, y que pueda haber un PP que cierre filas con estas propuestas”.
Esta es la primera reunión informal en el marco de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea y se prolongará hasta el miércoles.
Las sesiones de trabajo se centran en las principales prioridades de la Presidencia española en el marco de los objetivos de la agenda verde europea -con la vista puesta también en la COP28-, la reforma del mercado de la electricidad y la autonomía estratégica abierta.
Descarbonización sin tope de precios
Como ya había anunciado, la patronal europea de las empresas eléctricas, Eurelectric, pidió este lunes a los 27, durante una reunión con la comisaria de Energía de la Unión Europea, Kadri Simson, y la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, una «acción urgente» comprometida con los objetivos de descarbonización que la Unión Europea ha marcado en el horizonte de 2030, lo que daría lugar a un mercado eléctrico sin tope de precios, donde las reglas se flexibilizan para permitir la liquidez. Demanda duplicar la inversión hasta 2040 y para la distribución solicita que se triplique hasta los 69.000 millones de euros anuales de ahora a 2050.
