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¿Existe todavía la “Clase Obrera”? El concepto de fragilidad

Julián Molina Illán
Julián Molina Illán
Psicólogo, Fisioterapeuta, Enfermero, Filólogo, e Historiador del Arte.
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análisis

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¿Por qué el Psoe no consigue desde hace bastante tiempo mayorías parlamentarias amplias? Las causas son varias. El multipartidismo es una de ellas, pero yo quiero explorar aquí una causa psicológica que no se ha tenido en cuenta por parte de ningún analista, ni dentro ni fuera del partido, y que considero muy importante entenderla, como siempre, para poder corregirla. El Psoe lleva en su sigla una “O” de Obrero. ¿Qué pasa si desaparece la “Clase Obrera”? ¿Tendría sentido entonces la existencia del Psoe? ¿Explicaría esto la paulatina pérdida de confianza de la ciudadanía? ¿Se seguiría la gente identificando con el partido? ¿Cambiarían o deberían cambiar sus políticas?

La Consistencia emocional y racional es muy importante en la toma de decisiones. La Consistencia es la necesidad que tenemos las personas de que nuestros estados, emocional, y/o racional “existan” más allá de nosotros; es decir, que sea verdad que las cosas estén mal cuando nosotros sentimos y/o pensamos que están mal, o viceversa. Por eso Podemos obtuvo buenos resultados durante la anterior crisis, porque hicieron un análisis emocional de la situación en un momento en el que la gente estaba muy cabreada. Ahora la gente se ha tranquilizado y ya no hay Consistencia entre el sentimiento de la ciudadanía y el tensionamiento del discurso de Podemos.

¿Qué pasaba en los años de la transición y aún posteriores? Que la gente tenía que sudar, físicamente, para ganarse el pan; que había una alta tasa de desempleo y malas coberturas; que la inflación era muy alta, y los sueldos bajos; que las comodidades, en definitiva, se soñaban y no se tenían. Pero ahora, precisamente por las políticas vertebradoras del Psoe, la tradicional “clase obrera” tiene ciertas comodidades. Los trabajadores y las trabajadoras tienen buenos coches; buena parte de esta “clase obrera” tiene casa en la playa, y la mayoría puede disfrutar de unas razonables vacaciones. Sus hijos van a la universidad y pueden consumir cubatas en las mismas condiciones que los ricos. Así pues, ¿quién querría ser clase obrera? ¿Qué significaría, volver a las penalidades de antes? A la gente no le gusta sentirse conforme a lo que es, sino a lo que le gustaría ser. Esta es la clave. Por eso nos identificamos con los vencedores, con las personas carismáticas, con las personas de éxito. Por eso cuando vemos una pelea en una película nos identificamos con quien da las hostias, nunca con quien las recibe. Los obreros, tradicionalmente, han sido los que lo han pasado mal; los perdedores de la Historia. ¿Quién querría identificarse con ellos? Es complicado hablarle a la gente de explotación cuando la gente no se siente explotada (aunque lo esté). Como me dijo una vez una compañera de trabajo que vive en un dúplex “yo cobro mi sueldo todos los meses”.

Así pues, debemos preguntarnos si el Psoe debería desaparecer, o cambiar sus siglas, o reinventarse o… ¿qué? Yo pienso que no. La Clase Obrera, y ahora lo escribo con mayúsculas, existe. Lo que ocurre es que ha subido un peldaño en la escalera socioeconómica, sin cambiar por ello su situación de base. Aquí es donde entra el concepto médico de fragilidad, que pasamos a explicar. La salud es frágil cuando se tiene salud, pero puede perderse en cualquier momento, y con consecuencias fatales. Un ejemplo muy entendible es el de una persona anciana que estando bien de salud puede morirse en cualquier momento de una simple gripe, o una caída tonta. Y esta es la cuestión. La ciudadanía ha alcanzado, gracias a las políticas del Psoe, un escalón más alto de bienestar social, económico, de desarrollo de derechos… de capacidad de elección y libre albedrío. Sin embargo, estamos viendo cómo esta situación de bienestar, y de derechos “temporalmente” adquiridos, puede perderse rápidamente si gobiernan aquellas fuerzas políticas quieren destruir el Estado del Bienestar (para ahorrarse dinero en impuestos), o que quieren imponer un modelo de pensamiento único, retrocediendo en derechos como la libre interrupción del embarazo, la protección contra la violencia de género, o el respeto a la diversidad sexual.

Cómo saber si pertenecemos a la Clase Obrera. Debemos preguntarnos qué nos pasa en cuanto las cosas empeoran solo un poco. Perdemos el trabajo, no llegamos a fin de mes, nos quitan la beca, no nos reconocen la minusvalía, nos desatienden en la sanidad al aumentar las listas de espera, no podemos cambiar de coche, tenemos que vender la casa de la playa, y no podemos ingresar a una persona anciana que lo necesita en una residencia pública, que es la única que nosotros podemos pagar. Somos frágiles porque estamos a un paso político del estado de necesidad. Debemos reconocer que somos Clase Obrera, y reconocerlo a mucha honra y no con vergüenza. La Clase Obrera es el principal sostén de esta sociedad; es la Clase que trabaja, que paga impuestos, que te tiende la mano cuando lo necesitas. La Clase Obrera está constituida por personas frágiles, como tú y como yo.

Hago un llamamiento aquí y ahora para que toda la Clase Obrera, unida, ponga freno a las políticas destructoras del Estado del Bienestar que el Partido de los Poderos (PP) pone en marcha allá donde gobierna y que solo benefician a los más fuertes.

El próximo 23J, compañeros y compañeras, amigos y amigas, Clase Obrera todos, votad a los vuestros. Un fuerte saludo, frágil, pero honrado, a todo el mundo.

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