Al principio me hacía gracia, pero la cosa ya pasa de castaño a oscuro. Y me refiero, sobre todo, al desmerecimiento y el escarnio que se hace de esa maravillosa criatura romántica que fue llamada Franke Stein. En un intento de vencer a la muerte y de sublimar la naturaleza humana, la criatura estaba quiméricamente constituida por lo mejor del género humano.
Los brazos más fuertes, las piernas más ágiles, la mente más preclara. Los gobiernos de coalición “de izquierdas” salidos del mandato de las urnas no pretenden sino sacar adelante las mejores propuestas y constituir, como la criatura que les inspira, un conjunto con lo mejor de cada parte.
Al igual que hicieron con Franke Stein, las hordas analfabetas, cobardes, asustadas, violentas y conservadoras, acosan a estos gobiernos para destruirlos con el fuego de su miseria, y así retornar a un pasado lúgubre, avieso y sin esperanza.
Frente a estos gobiernos de la luz, de la lucha de la vida contra la muerte, “la derecha” propone otro tipo de gobiernos inspirados en un monstruo; pero en esta ocasión no es una figura de vida, sino de muerte; no es una figura de esperanza, sino de resignación, desidia, derrota y fango.
Lo conocido. El monstruo que nos proponen lleva por nombre Franco Stein, figura que enterró a España en una sima de dolor de la que aún no nos hemos recuperado, y que, según los proponentes, debemos volver por considerar que no fue suficiente el sufrimiento infringido.
De este modo, frente a los gobiernos Franke Stein que suben el salario mínimo interprofesional, ellos proponen congelarlo. Frente a la propuesta cultural, los gobiernos Franco Stein aniquilarán la cultura, tan peligrosa ella. El estatuto Franke Stein de los trabajadores, se convertirá en el estatuto Franco Stein de los defraudadores. Franco Stein bajará impuestos a los ricos, y recortará derechos a los simpatizantes de Franke Stein.
Los derechos adquiridos por las minorías, y por la mujer, con los gobiernos Franke Stein, serán aniquilados por los gobiernos Franco Stein. Los avances en Educación llevados a cabo en pro de la Ciencia, el entendimiento, el consenso, la diversidad, serán enterrados en una hoguera beata de adoctrinamiento religioso. Los gobiernos Franco Stein hablan de “libertad educativa”, y lo que promueven son guetos para pobres y colegios de curas.
Los gobiernos Franke Stein hablan de Educación en Libertades para conquistar un futuro mejor de respeto, paz y armonía. Con los gobiernos Franke Stein gana la mujer, el inmigrante, el trabajador, el niño, el anciano… el diferente. Con los gobiernos Franco Stein perdemos todos y todas, incluidos los que, con las antorchas, prenden fuego a su propio futuro.
Por todo ello, te pido, que el próximo 23 de julio introduzcas en la urna un voto de esperanza. ¡Arriba la criatura! ¡Abajo el monstruo!
Un saludo a todo el mundo
