Mientras Europa mira con horror la entrada de Vox en las instituciones y Gibraltar va más allá y llega a denunciar al partido de la ultraderecha por incitación al odio, PP y Cs siguen encantados con sus pactos para poder gobernar en comunidades como Madrid.
El Gobierno de Gibraltar presentó ayer una denuncia penal contra los líderes de Vox por delitos de incitación al odio, según ha informado en una nota el Ejecutivo de la colonia británica.
En el comunicado, la Oficina de Información de Gibraltar alude al artículo 510 del Código Penal español para justificar su acusación contra el partido político al que describe como de “ultraderecha”.
En la denuncia, el Gobierno comunica a la Fiscalía española una «larga lista» de declaraciones de líderes de Vox de las que «se desprende una clara estrategia para denigrar a los gibraltareños» y sus «instituciones». Añade el comunicado que dicha estrategia «parece claramente concebida para generar un ambiente de odio entre los españoles hacia Gibraltar».
El Gobierno gibraltareño recuerda que el líder de Vox en la vecina localidad de La Línea de la Concepción (Cádiz) «dimitió acusando a los líderes nacionales del partido de fomentar el odio hacia Gibraltar». «En los últimos días, algunos de los comentarios en internet provocados por las declaraciones de Vox y sus líderes nacionales instaban explícitamente a emprender medidas violentas contra Gibraltar», alegan desde el Peñón.