La Asociación de Pacientes y Usuarios del Hospital Universitario De Santiago de Compostela (Galicia) han emitido un comunicado sobre la situación que afecta al joven paciente, Iván, que fue ingresado el pasado 9 de febrero y permanece hospitalizado recibiendo terapia de electroshock contra su voluntad.
En el comunicado, que puede leerse íntegro a continuación, la Asociación señala que «ante las medidas coercitivas e invasivas padecidas por Iván contra su voluntad en la unidad psiquiátrica de enfermos graves del Hospital de Conxo, y ante la vulneración de los derechos fundamentales que esto representa, se ve obligada a hacer público el siguiente pronunciamiento:
«Primero: De acuerdo con la información científica abierta y existente en la actualidad, la terapia electro-convulsiva (TEC) no cuenta con soporte científico. El ensayo clínico más completo realizado hasta el momento mediante un grupo de control fue publicado en 1980 bajo el título «Norhwick Park ECT Trial (Prueba de TEC del Parque de Norhwich), dando como resultado que no existen diferencias entre el TEC real o el simulado en pacientes depresivos. A esta misma conclusión llegan los estudios realizados en los años 1988 y 2002. No está demás recordar que uno de los máximos defensores de esta técnica fue Richard Abrams, pisquiatra presidente de la compañía Somatics LLc, fabricante desde 1984 de la máquina Thymatron. Sus conclusiones fueron incluídas en informes publicados por la American Psuchiatric Association. Por otra parte, está acreditado que esta terapia puede producir daños en la memoria y lesiones cerebrales debidas al síndrome cerebral orgánico que la propia técnica induce. A nuestro entender, estas evidencias son causa suficiente para que el paciente manifestase su negativa a ser tratado con esta técnica.
Segundo: Consideramos que se está violando el derecho de Iván a su autonomía personal y a su capacidad de decidir sobre su propia salud, al no considerar como válida su manifestación verbal y escrita, antes del tratamiento, de no recibir la terapia TEC. Esta manifestación del paciente tiene el mismo valor que las instrucciones previas y, por lo tanto, hacer caso omiso de este hecho vulnera el derecho fundamental a la integridad física y moral prevista en el artículo 15 de la Constitución Española de 1978.
Tercero: La reacción de la psiquiatra, ante la negativa legítima del paciente a recibir el tratamiento, de acudir por la vía judicial para aplicar una terapia invasiva, ignorando los antecedentes vitales y de salud de Iván, y descartando otras alternativas de conciliación, diálogo y atención, es agresiva y desproporcionada. Esta forma de proceder nos retrotrae a una visión paternalista y autoritaria de la atención, contraria al espíritu de la Ley de Salud de Galicia, cuyos principios informadores se inspiran en la colaboración, diálogo y participación del paciente en los procesos de salud.
Cuarto: Entendemos que la resolución judicial por la que se ha impuesto a Ivén el someterse a una terapia de electroshock, considerándolo incapaz para tomar decisiones en el ámbito de su propia salud, no está amparado en el derecho del paciente, ni en el consentimiento informado, privándole de su tutela judicial, al no considerar válida su negativa al tratamiento, ni investigando otras opciones alternativas de atención que concilien el derecho a la salud y la autodeterminación personal. No podemos entender, desde el sentido común, cómo se puede privar de capacidad de decidir sobre su propio cuerpo al mismo tiempo que se admite para poder actuar dotado de derechos en todos los ámbitos de la vida social. Hay que recordar que Iván, en el mismo documento en el que manifiesta su negativa al TEC, otorga poder de representación profesional a su abogado y procurador. Además, la Fiscalía ha emitido un informe donde se le reconoce como único titular de derecho para poder acceder a su historia clínica.
Quinto: el caso de Iván, desgraciadamente, no es el único. Muchos pacientes en silencio soportaron y soportan el tratamiento TEC en la unidad psiquiátrica del hospital de Conxo. Gracias a la valentía de Iván, y de su familia, sale fuera de los muros hospitalarios el conocimiento de prácticas que la mayoría de la población desconoce y que siguen siendo de uso habitual a pesar de disponer de otras alternativas de tratamiento, más respetuosas con el ser humano. No es tolerable que en un Estado que se autoproclama de Derecho, el sistema público de salud actúe sobre la base de la violación sistemática y brutal de los derechos de las personas y haga del principio de autoridad y arbitrariedad una de sus pautas de actuación.
Queremos terminar exigiendo que se ponga fin a una práctica de electroshock impropia de una sociedad del siglo XXI tolerante y respetuosa con los derechos inherentes con la condición humana y que se devuelva a Iván la capacidad de decidir sobre su salud mediante la anulación de la resolución judicial dictada.«
Desde la asociación, invitan a todas las personas del área sanitaria a manifestarse mañana martes 12 de abril a las 19.30 en la plaza de Toural de Santiago de Compostela en apoyo de Iván y de su familia, y por la eliminación del electroshock en las terapias psiquiátricas.
