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La OCDE ataca de nuevo: el problema de las pensiones

Julián Molina Illán
Julián Molina Illán
Psicólogo, Fisioterapeuta, Enfermero, Filólogo, e Historiador del Arte.
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análisis

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Hay quien quiere que el sistema se mantenga como está para seguir viviendo muy bien los mismos de toda la vida a costa de los de siempre. Los de la OCDE (Ojetes Calenturientos Deseando Estopa) están puestos ahí para elaborar infamias (que no informes) económicas que determinan cómo han de hacerse las cosas (para que todo siga igual, claro…) Se dedican a dar consejos que para mi no quiero. Ya están hablando de que hay que trabajar hasta los 70 años, y cobrar menos aquellos que tengan la suerte o la desgracia de vivir más allá de los 70 años. Es la medida más antisocialista que se pueda imaginar. En este momento tenemos una sociedad de jóvenes desempleados y trabajadores que no llegan a fin de mes. También quieren que este bagaje se incremente con los viejos que no van a llegar a fin de mes. Lo que habrá, al final, será una sociedad humana en el umbral de la miseria, rodeada de una sociedad de robots trabajadores y una minoría, los de siempre, viviendo muy bien por encima de nuestras posibilidades. No, si al final, habrá una revolución…

Una sociedad es una superherramienta creada para que las personas, TODAS las personas, vivamos mejor. Si no, no tiene sentido. Tener a gente en la plenitud de su vida con los brazos cruzados, o hablar de disminuir la jornada laboral a personas que pueden trabajar perfectamente, y al mismo tiempo obligar a trabajar más años a los viejos que estas comidos de dolores y no pueden ni con su alma, va en contra del principio de Eficiencia Relativa que define al Socialismo. Socialista sería jubilarnos antes dando paso a los jóvenes, y hacer sostenible el sistema sacando el dinero de otros sitios. Lo que ocurre es que el dinero no se quiere sacar de esos sitios, que no son otros sino los bolsillos de los poderosos, que mandan en la OCDE, los periódicos, las televisiones, y los partidos políticos. Dicen que el sistema es insostenible tal y como está diseñado. Ya lo sabemos. Y por lo tanto lo que hay que hacer es diseñarlo de otra manera, no de la misma manera que estaba originalmente. Se supone que hay que ir mejorando en la vida conforme la tecnología aumenta la productividad. Cuando el sistema se diseñó la edad de jubilación se hizo coincidir con la media de la esperanza de vida, con la idea de que, en términos generales, la gente trabajara hasta su muerte. Solo unos pocos cobrarían algo, y muy mayoritariamente esos pocos serían, encima, pertenecientes a la clase dirigente que por supuesto estaba mucho menos machacada (no es lo mismo haber sido director de banco que camarero). Lo que se pretende ahora es acercar la edad de jubilación a la nueva y creciente media de la esperanza de vida: es decir, lo que mismo que cuando se diseñó el sistema, que la gente trabaje hasta su muerte. Así el sistema será sostenible. Para decir eso no hace falta ser economista, basta sólo con tener muy mala leche. Los economistas son necesarios precisamente para diseñar un sistema en el que los números cuadren jubilándose la gente a los 65 años a pesar de tener una esperanza de vida mayor. Eso sí tiene mérito, lo otro no.

Decir que no habrá gente suficiente para trabajar es una falacia insostenible en un mundo donde la gente emigra (como siempre ha emigrado), y en donde los robots harán nuestro trabajo, probablemente, más allá de nuestros intereses. No habrá problemas de productividad o de sostenibilidad del sistema. El problema será cómo mantener sumisa a una masa de gente hambrienta e infravalorada. El problema no serán los viejos, sino la gente en general. Hay que prepararse para esto empezando por repartir un bien cada vez más escaso como es el trabajo, y no obligando a trabajar más aún al que ya no puede, ni quiere, mientras se mantiene en el desempleo al que sí quiere, puede, y además lo necesita. Lo que se está haciendo, y lo que se plantea hacer, no puede ser más antisocialista. Por eso yo me rebelo con todas mis fuerzas y solo desde el increíble desconocimiento de lo que es el Socialismo se puede entender que los dirigentes del Psoe no se rebelen también.

Tenemos un problema generacional con las pensiones que se resolverá con el tiempo, como todos los problemas generacionales. Otras sociedades, en otras épocas, se han tenido que enfrentar a otros retos aún peores (guerras, hambrunas, epidemias, desastres naturales…), y no ha pasado nada. Se han afrontado estos problemas generacionales y no por ello se ha acabado la Humanidad. Que no nos traten como idiotas haciéndonos creer que todo se va a ir al traste si se pagan las pensiones. Se trata simplemente de desarrollarnos menos, en determinadas áreas, durante unas décadas, hasta que el problema se resuelva por si mismo cuando se incorpore cada vez menos gente al grupo de los pensionistas. Eso no me parece grave. Lo que sí me parece no grave, sino gravísimo, es obligarnos a trabajar hasta la muerte para que no se toquen los beneficios de los mismos de siempre. Un jodido saludo a todo el mundo.

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