España se enfrenta a un incremento significativo en los casos de gripe, COVID-19 y bronquiolitis, un fenómeno que los expertos están llamando «tripledemia». Se espera que esta tendencia alcance su punto más alto en la próxima semana, coincidiendo con el final de la temporada navideña.
Durante la última semana del año 2023, se observó un notable aumento en los casos de gripe y COVID-19, simultáneamente con la prevalencia del virus respiratorio sincitial (VRS), responsable de muchos casos de bronquiolitis. Este repunte se atribuye en gran medida a las reuniones sociales propias de las fiestas navideñas y a la relajación en las medidas de distanciamiento social.
La inmunóloga Carmen Cámara, en declaraciones a RNE, señaló que la coincidencia del inicio del frío con las festividades de Navidad ha jugado un papel crucial en el aumento de casos. Aunque la situación parece alarmante, Cámara enfatiza que estamos dentro de los niveles esperados para esta época del año.
Según datos del Instituto de Salud Carlos III, la tasa de incidencia de enfermedades respiratorias agudas ha experimentado un aumento significativo, registrándose 908,6 casos por 100.000 habitantes, un 12,7% más que la semana anterior. La positividad de la gripe ha crecido del 20% al 25%, y la incidencia de COVID-19 ha pasado del 12% al 13%. Afortunadamente, la incidencia del VRS se ha mantenido más estable.
Este aumento ha llevado a una mayor demanda en los servicios de Atención Primaria y hospitales. Los expertos continúan recomendando la vacunación como la medida más eficaz para reducir la incidencia de estas enfermedades. Sin embargo, existe preocupación por los niveles subóptimos de vacunación, posiblemente debido a una relajación en la percepción del riesgo por parte de la población.
El Sindicato de Enfermería (SATSE) ha solicitado un refuerzo en los centros sanitarios para evitar su saturación, y ha hecho un llamado a la responsabilidad ciudadana para seguir las recomendaciones de los expertos y evitar la propagación de los contagios.
Las personas mayores y los niños se encuentran entre los grupos más vulnerables. Fátima Matute, consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, ha destacado la necesidad de cuidado y protección para estos grupos, especialmente a través de la vacunación y el mantenimiento de medidas de higiene.
En regiones como Cantabria y Cataluña, se han observado incrementos en los casos de gripe y COVID-19, con algunas áreas experimentando presión en los servicios de urgencias. A pesar de esto, los responsables de la salud pública instan a la calma y aseguran que los sistemas de salud están preparados para manejar la situación.
Las autoridades sanitarias continúan recomendando medidas preventivas como la vacunación, evitar viajes a zonas de riesgo, mantener una buena higiene personal, y el uso de mascarillas en caso de presentar síntomas. El Ministerio de Sanidad también aconseja evitar el puesto de trabajo en caso de síntomas y mantener cierta distancia social.
Este conjunto de medidas, junto con la vigilancia continua de la situación, son esenciales para controlar la «tripledemia» y proteger a la población, especialmente a los más vulnerables.
«existe preocupación por los niveles subóptimos de vacunación, posiblemente debido a una relajación en la percepción del riesgo por parte de la población.»
¿Relajación en la percepción del riesgo? Hay que tener poca verguenza. Lo que la gente percibe, percibimos, es precisamente una percepción mucho mayor de riesgo, pero no por no inocularse sino por todo lo contrario.