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Moreno Bonilla mantiene con 67.000 euros anuales el teléfono que blanquea la violencia machista impuesto por Vox pese a tener mayoría absoluta

El teléfono de violencia intrafamiliar registra datos irrelevantes y ocho de cada diez llamadas recibidas son derivadas a otros servicios ya creados anteriormente

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análisis

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El decidido impulso de Vox para potenciar la visibilidad de la denominada violencia intrafamiliar en detrimento de la violencia machista o contra la mujer está teniendo un amplio seguimiento en cadena en aquellas comunidades autónomas o ayuntamientos donde Partido Popular y la ultraderecha está llegando a acuerdos o pactos de gobierno. Andalucía fue la primera comunidad donde Vox llegó a ostentar cuotas de poder tras las elecciones autonómicas de 2018 y así se vio reflejado en 2020 con la puesta en funcionamiento del Teléfono de Violencia Intrafamiliar.

La entonces consejera de Igualdad del primer ejecutivo de Moreno Bonilla, Rocío Ruiz, de Ciudadanos, argumentó su utilidad así: “Una iniciativa destinada a servir a padres, madres, hijos e hijas como vía para encontrar apoyo, comprensión y acompañamiento en momentos difíciles. Este teléfono busca superar esa estigmatización que, en no pocas ocasiones, hace que las familias que viven esta violencia en su seno permanezcan en silencio”. Las fuerzas progresistas y el movimiento feminista en general entendieron que se trataba sin duda de un ejercicio claro de blanqueamiento y negacionismo sobre la violencia machista, una realidad estructural de la sociedad actual que apabulla por sus datos estadísticos anuales, a una distancia sideral de la realidad que muestra la denominada violencia intrafamiliar con la que la ultraderecha intenta camuflar la predominante violencia sobre las mujeres.

Pese a todo, el Gobierno monocolor de Moreno Bonilla, con una mayoría aplastante obtenida hace ahora un año este 19 de junio, mantiene este servicio de teleasistencia impuesto anteriormente por Vox y destinado a la “violencia intrafamiliar” pese a los irrisorios datos que registra, cuyas llamadas son derivadas en su amplia mayoría a otros servicios ya en funcionamiento con anterioridad. Así, El 81,50% de las llamadas que recibió desde su inicio, en noviembre de 2020, hasta diciembre de 2021 se derivó a otros servicios telefónicos ya existentes, entre ellos el de atención a la mujer.

“Hay que combatir todas las violencias” es el mantra habitual de la actual consejera de Inclusión Social

La Junta de Andalucía define la violencia intrafamiliar o doméstica como aquella “ejercida en el ámbito doméstico por parte de una de las personas integrantes contra otra, contra algunas de las demás o contra todas ellas. Así, el concepto incluye una amplia variedad de fenómenos, entre los que se encuentran la violencia contra las mujeres, violencia contra el hombre, maltrato y abuso infantil, violencia filio-parental y maltrato a mayores”. De este modo, la Administración andaluza mete en un mismo saco y al mismo nivel todo tipo de violencias en el seno doméstico, en igualdad de condiciones, sin atender la realidad recogida en el Convenio de Estambul sobre violencia machista, que contempla como delito todas las formas de violencia contra la mujer: la violencia física, psicológica y sexual, incluida la violación, la mutilación genital femenina, el matrimonio forzado, el acoso, el aborto forzado y la esterilización forzada, realidades incuestionables todas ellas que las estadísticas evidencia que se dan de forma sideralmente desigual de la mujer hacia el hombre.

Servicio intrascendente

El número telefónico 900 300 003, destinado por el Gobierno de Moreno Bonilla a atender la violencia intrafamiliar, registra desde octubre de 2020 un balance testimonial en llamadas diarias si se compara con la actividad del teléfono de atención a la mujer (900 200 999), donde las reclamaciones de auxilio se multiplican de forma exponencial. Así, por cada dos llamadas diarias que recibe de media el teléfono impuesto por Vox y mantenido ahora por el ejecutivo monocolor de Moreno Bonilla con un presupuesto anual de 67.000 euros, el teléfono 016 contra la violencia machista registra una media de casi 250 llamadas pertinentes cada día.

La intrascendencia de facto de este teléfono que en su día impuso Vox en Andalucía al gobierno de coalición de PP y Ciudadanos se mantiene pese a todo en el ejecutivo monocolor actual de Moreno Bonilla, en un claro mensaje que busca equiparar todas las violencias en un mismo escalafón y tratamiento, como ha apuntado reiteradamente la actual consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Loles Lopez. “Hay que combatir todas las violencias”, es su mantra habitual.

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3 COMENTARIOS

  1. Recuerdo el artículo de hace unos días que decía que el 90% de la población mundial odiaba a las mujeres. No fui el único que no se lo creyó, porque si fuera verdad, matemáticamente por lo menos el 80% de las mujeres odiaría a las mujeres.

    Que Vox halla cambiado el nombre del teléfono de «violencia machista» a «violencia intrafamiliar» no quiere decir que vaya a dejar de luchar contra el maltrato de las mujeres ni negando que exista. Si las feministas ponen el grito en el cielo a mi entender es porque con este cambio de nombre se deja de criminalizar a los hombres.

    Y miren, yo creo que este sectarismo ideológico a quien le beneficia es a Vox. He leído que Vox es el partido más votado entre los que tienen entre 18 y 30 años, si no me equivoco. También este colectivo es uno de los más antifeministas. Dicen cosas como que el feminismo criminaliza al varón, y no sólo lo dicen los hombres.
    ¿Y por qué es la juventud la que dice esto? Apuntan a que son ellos los que sufren en el sistema educativo el intento de adoctrinarlos. Pero parece que comparan la propaganda con la realidad que viven, y el resultado puede ser que voten a los únicos que no les da la razón a los adoctrinadores.

  2. La extrema izquierda juega al enfrentamiento entre hombres y mujeres para sacar réditos políticos. Su estrategia es bien sabida; enfrenta, crea facciones y posiciónate a favor de una de ellas; así tendrás miles de votos garantizados.

    Por cada mujer asesinada, son asesinados dos hombre; los asesinos no sienten una predilección especial por las mujeres sino por los de sus mismo sexo, y aunque una sola muerte es inaceptable el índice de feminicidios en España es de los más bajos de Europa.

    La extrema izquierda está acostumbrada a que su discurso sea aceptado sin rechistar (si no lo haces eres un facha) y el PP, salvo excepciones, siempre ha agachado la cabeza por miedo a ser tildado de facha. Vox les ha plantado cara, les está rompiendo el discurso y eso desquicia a los dirigentes de la extrema izquierda y a sus voceros periodísticos.

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