Los últimos análisis realizados por Aguas de Galicia en la mina de San Finx, en Lousame (A Coruña) el pasado mes de octubre demuestran que los niveles de cadmio en los vertidos de la mina superan «en más de 100 veces los límites máximos establecidos por la legislación para esta sustancia tóxica y cancerígena». Esto representa un aumento respecto a los resultados de agosto, cuando los niveles de cadmio ya estaban 78 veces por encima del nivel permitido.
A la vista de los análisis y ante las reiteradas denuncias de grupos ecologistas y del mar, Aguas de Galicia ha emitido una propuesta de sanción contra la empresa concesionaria de la mina imponiendo una multa de 180.000 euros, considerando la voluntad y el daño existentes. Paralelamente, se inició el procedimiento para retirar la autorización de alta concedida el pasado mes de febrero, «tras siete años de tramitación irregular», explican desde Ecologistas en Acción.
Sin embargo, los colectivos denunciantes recuerdan que llevan 7 años esperando este procedimiento sancionador y han llegado a reclamar exigiendo a la Xunta «que obligue también a la empresa a pagar el canon por control de vertidos, que en este caso asciende a más de 30 millones de euros por año . No vamos a tolerar que la empresa deje atrás este problema», afirma Rogelio Santos, marinero y coportavoz de la Plataforma Contra los Vertidos.
También exigen que se tomen medidas de precaución para evitar nuevos derrames, razón por la que han enviado a la Junta información técnica sobre los métodos de sellado de las galerías de drenaje que deben implementarse para permitir la reinundación de la mina y la minimización de la contaminación con metales pesados. «No entendemos por qué lo que se hace en las minas de todo el mundo para evitar la contaminación no se requiere aquí para una operación que está a sólo 7 kilómetros de la ría de Muros y Noia», comenta Joám Evans, representante de Ecologistas en Acción.
Solidaridad contra el acoso judicial
La Plataforma Contra los Vertidos, en la que participan cofradías, ecologistas y colectivos locales de todo tipo, ha venido a expresar su solidaridad con Ecologistas en Acción, después de que la Cámara Oficial Minera de Galicia denunciara a varios de sus miembros por haber tomado la sede del organismo en A Coruña. Las Cofradías de Noia y Portosín ya habían censurado en agosto a la Cámara Minera cuando ésta afirmó públicamente que «nunca ha habido problemas con la calidad de las aguas», y que la postura de las organizaciones marinas nacía de «información inexacta, sin ningún valor científico y con un sesgo ideológico antiminero”.
Después de que el mes pasado se presentara otra denuncia falsa contra el mismo grupo por parte de la minera San Finx, la Plataforma ha pedido a la organización que «deje de hacer el ridículo y advierte que este tipo de acoso judicial no logrará desmovilizar a toda la ría en defensa de su forma de vida». Recuerdan también que frente a los 12 puestos de trabajo que prevé el proyecto de explotación minera, la ría alimenta a miles de familias de forma sostenible y respetuosa con el entorno natural.
