Pablo Casado, aunque parecía imposible, lo ha vuelto a hacer y ha superado el nivel premium de hipocresía, deslealtad y desfachatez que está caracterizando su acción de oposición al Gobierno.

En las mentes de los ciudadanos y ciudadanas, que ven cómo su clase política está envuelta en una lucha partidista en vez de buscar parcelas de unidad para luchar contra las consecuencias sociales de la pandemia, se ha instalado una pregunta: ¿hasta dónde puede llegar Casado? Como decían en el circo, «¡más difícil todavía!» …

Después de llevar meses atacando al Gobierno sobre las consecuencias en las empresas de la pandemia; después de utilizar a Isabel Díaz Ayuso como ariete contra el Ejecutivo; después de afirmar que la ciudadanía debía aprender a convivir con el virus porque si no se iba a caer la economía, Pablo Casado ha salido hoy con el siguiente mensaje en Twitter:

El presidente del PP ha reprochado tanto a Pedro Sánchez como a Salvador Illa la gestión que están haciendo de la pandemia, reclamando, además, la dimisión del ministro. Sin embargo, los argumentos que utiliza se vuelven en su contra, puesto que lo que él y su partido llevan defendiendo desde el inicio de confinamiento, es decir, priorizar la economía frente a la salud del pueblo o a la seguridad de los sanitarios y del personal esencial, es la causa de que no se frene el nivel de contagios.

¿Cómo puede el líder del PP tener la desfachatez de, con el currículum que atesora, de pedir la dimisión de Salvador Illa poniendo como argumento las cifras de contagio y fallecidos por el Covid19? ¿Cómo puede Pablo Casado olvidarse de lo defendido por él y por su partido durante el confinamiento, la desescalada, la segunda ola o la Navidad?

Precisamente los contagios actuales son la consecuencia directa del «hay que salvar LA CAMPAÑA de Navidad» por encima de todo, que tanto ha defendido el PP, con Isabel Díaz Ayuso a la cabeza y Pablo Casado tocándole las palmas, y, en realidad, tal y como analizaremos próximamente en Diario16, ese «salvar la Navidad» no ha cubierto las expectativas económicas y está provocando que los hospitales vuelvan a estar en una situación límite.

El tuit de Casado podría estar dentro de la categoría de «marcarse un Trump» o, tal vez, pueda ser que el líder del PP pretenda convertirse en el sustituto del todavía expresidente de Estados Unidos en la red social del pajarito. Desde luego, méritos hace todos los días.

1 COMENTARIO

  1. El masterizado este, que un día dice una cosa y al siguiente la contraria, el gobierno debería de recordarselo más a menudo, para q todo el mundo vea que su interés no está ligado al progreso y bienestar de la mayoría de los españoles.
    Pero son un poco blandengues, en cuanto a estos trampibolsonaros.

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