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Tipos, ruinas, mercados

José Antonio Zorrilla
José Antonio Zorrilla
Diplomático jubilado. Fue Embajador de España para Georgia y Estados del Caucaso con residencia en Tbilisi. Dirigió también cine que inauguró con "El barranco de Víznar" un cortometraje que ganó el Diploma de Oro del Festival de Moscú cuando J.A. Bardem hizo lo propio con su largometraje El Puente. Siguió un clásico del cine español, El Arreglo. El año 2000 dirigió Los Justos, primer documental en favor de las víctimas del terrorismo de ETA. Militante de Basta Ya, ha escrito varios libros, el último de los cuales es "Historia fantástica de Europa", una crónica contrafactual de Europa, Imperio euroasiático que va desde la victoria de Roncesvalles hasta Marx y Engels, matrimonio al que se debe el sistema económico de tan vasta geografía.
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análisis

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Hace poco hemos visto con asombro la caida del Silicon Valley Bank así como del Signature, el  Crédit Suisse, y finalmente el First Republic en lo que es la segunda mayor quiebra de los USA tras la de Washhington Mutual el 2008 al tiempo que, mientras subían los tipos de interés y la inflación, desaparecían los dólares del mercado

Tan lejos ha llegado la cosa que la Reserva Federal ha abierto una ventanilla conjunta con la Bank of England y el BCE para poder satisfacer la demanda. 

Se puede explicar sin matemáticas, no se asusten. Verán: como consecuencia de los enormes manguerazos de liquidez que se han venido produciendo desde las crisis financieras pasadas, los tipos de interés bajaron a niveles desconocidos. Y, como es natural, una parte importante de los activos de los bancos son los bonos del Estado en todas sus encarnaciones, es decir, instrumentos financieros, en principio no sujetos a las subidas y bajadas de los mercados. He dicho en principio. 

Así que, en esa hora de tribulación deflacionista, una parte de los activos de los bancos fue a bonos. Muchos de ellos Letras u otros instrumentos de muy baja remuneración. No había otra cosa. Llega ahora la guerra de Ucrania y la Reserva Federal dispara los tipos de interés, digamos a una banda entre el 4.5% y 5%.  

¿Que creen ustedes que pueden hacer si los fondos de su Banco los tiene en bonos al digamos, 0.2%?  Pues ver como cae todavía mas el precio de los bonos, porque la relación entre tipos de interés y bonos es que si suben los tipos, caen los precios de bono.  

Mientras no hubo necesidad de usar la liquidez, santo y bueno. Cuando llegó la hora, hubo que ajustar el precio contable de los bonos a su precio real (intervención contable que recibe el nombre de ajuste «mark to market»). Así que los cuatro bancos citados se encontraron en quiebra, que va a arreglar la Fed y sin dinero del contribuyente

Es verdad: le han pasado deuda y clientes a JP Morgan que se convierte en una especie de Sareb público-privada. Porque acaba de descubrirse también que la Fed pone todo el dinero necesario para compensar las posibles pérdidas de ese y algunos otros grandes Bancos favoritos del sistema. Veremos las consecuencias legales. En cuanto a las económicas, no todo el mundo quiebra. JPM ha aumentado sus beneficios este cuatrimestre un 52%.

Queda explicada la ruina del Silicon Valley Bank, el del Republic, Signature y el del Crédit Suisse, este último algo brutal porque suelen pagar el pato los depositantes, no los bonistas. Y hemos de aceptar que ha terminado la era de los chorros de liquidez. Volvemos al mismo mar de todos los veranos. Quebrarán los menos dotados y se apretarán todavía mas los salarios, ya de por si miserables, de la clase trabajadora, sea cual sea el incremento de su productividad. En eso ha dado el capitalismo. O eso o la ruina general, y no es amenaza vana porque ya se ha dicho desde la Fed que no sería mala idea una recesión para poner las cosas en su sitioSale Keynes, entra Malthus. 

Y ahora el capítulo 2. La falta de dólares

Bueno, para entender esto tengo que pedirles que me acompañen a la Reserva Federal un día cualquiera. Así que, entramos cuando todo el mundo en Washington se ha ido ya a casa. Empieza allí entonces la reunión diaria de los principales Bancos con sus anfitriones federales. Se confiesan como ha ido el dia, cuánto han prestado o han recibido en depósito e intercambian cromos. Yo te doy, tu me das, etc. 

La Fed oye e interviene si ve que sus fondos hacen falta. Al final de la reunión se decide cuánto van a prestarse entre si los Bancos y la Fed, y para cada uno de los Bancos el tipo de interés por una noche. Y al tiempo se fija el tipo de interés general para el dia siguiente. A eso se le llama el repo

La Fed pone dinero y los Bancos necesitados, garantías por el espacio de una noche. 

Sigamos. Los mercados están que revientan de dólares. Tanto de los propios Bancos, receptores de los manguerazos de la Fed e incapaces de gastar por la Covid 19, como de otras entidades financieras no bancarias. Hablamos de dos trillones de dólares al dia. Y la Fed, justamente preocupada, crea el repo inverso. Dice a los financieros. «Vamos a cambiar las reglas del juego. No me deis garantías contra dólares. Dadme dólares. A cambio, las garantías las pongo yo.” 

Dicho y hecho. Todo el mundo deja todo el dinero en la Fed. Y ahora viene lo malo. Hay guerra, inflación y subida de tipos. Y, claro, se acaban los dólares. ¿Que por qué? Porque si la Fed me empieza a dar el 4.5% de interés por mis fondos no necesito ni depositantes ni dar créditos. Me quedo en la Fed que además de productivo es seguro. Así que ahí tienen explicado todo. 

Y ahora una pequeña postdata. Cuando se tiene una moneda que es global, hay que cuidarla. No solo por los propios EEUU sino también por el mundo en general. La subida descontrolada de la Reaganomics arruinó Latam. La del 97 en Asia se dejó madurar y caer por ortodoxia económica, solución que nosotros no adoptamos cuando llegó 2008 y descubrimos que la globalización de Clinton lo que globalizaba era la basura financiera, especie de tributo imperial que nos vimos forzados a pagar. Luego vino la crisis de IT el 2000 y el estallido de las intervenciones de la Fed, todas en el mismo sentido expansionista. 

Hasta hoy, cuando la Fed ha decidido poner punto final a esa estrategia, subir los tipos y hacer ganar dinero a la industria financiera cueste lo que cueste en términos económicos y sociales. Es evidente que esto ha de tener consecuencias sobre la credibilidad del dólar. 

Vayamos al Imperio Británico. Durante los cien años que van de Waterloo a Somme, fGran Bretaña fue el banquero del mundo. Su moneda tenía un valor oro y era absolutamente convertible. ¿Cuál era el secreto? Que siempre tuvo superávit comercial con cero inflación. Temo que los USA prefieren el déficit crónico y sentarse a ver cómo antes o después se viene todo abajo. En eso estamos.

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