“Es posible que alrededor del 10% de la población mundial ya haya sido infectada con COVID-19”, ha explicado este lunes el jefe de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Mike Ryan. Dato que, teniendo en cuenta la población mundial, podría suponer que los contagios alcanzan a unos 700 millones de personas.
Se trata de una cifra muy superior a la oficial dada por la OMS a día de hoy que es de 35 millones de contagios.
Ryan ha asegurado, en la reunión del Comité Ejecutivo de la OMS, que en partes del sureste de Asia los brotes estaban aumentando y que los casos y muertes estaban creciendo en partes de Europa y en la región del Mediterráneo oriental, no obstante, el jefe de emergencias también aseguró que la situación en África y el Pacífico occidental era más positiva.
“Ahora nos dirigimos a un período difícil. La enfermedad continúa propagándose. La gran mayoría del mundo sigue en riesgo”, advirtió Ryan.
En la misma reunión, el director general de la OMS, Tedros Adhanom, pidió que se mantuviese un minuto de silencio por todas las personas que han muerto de COVID-19, tras el que enumeró las numerosas acciones de la Organización Mundial de la Salud para ayudar a los países a contener la pandemia.