El ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, tras un arrogante discurso del diputado de la formación de ultraderecha, Ignacio Gil Lázaro, que ha llegado a decirle que “diga lo que diga, es vomitivo”, el titular de Interior le ha pedido a Vox “No sean patriotas de pulsera, sean de valores democráticos”.
Al igual que el Partido Popular, la ultraderecha de Vox no sabe mantener un debate con la izquierda sin sacar ETA a colación. Parece olvidar la derecha española que la lacra del terrorismo de ETA se acabó con un Gobierno socialista al frente, el de José Luis Rodríguez Zapatero.
Así, Marlaska, si Vox tuviera cierto pudor, habría conseguido sacarle los colores al diputado de la formación, Ignacio Gil Lázaro, cuando este le acusó de “blanquear los crímenes de ETA para obtener su apoyo” al recordarle el ministro que “él era el portavoz de Interior durante el Gobierno de Aznar, cuando ETA no había abandonado la violencia”.
Los insultos proferidos por Gil Lázaro a Marlaska son una clara evidencia de que la ultraderecha no va a abandonar el discurso del odio y la rabia.