El Gobierno ya trabaja, antes incluso de que Pfizer anunciara los avances de su vacuna, que están en la misma fase que la de la farmacéutica BioNtech, con un grupo de expertos sobre cómo y entre quién distribuirán los primeros diez millones de dosis de vacunas que ya ha contratado Europa y que se prevén lleguen en dos meses a nuestro país.
Así, el Gobierno ha creado un grupo de trabajo de expertos que ultima un protocolo. Los expertos priorizan a las personas más vulnerables: mayores, enfermos crónicos y sanitarios. También se debate si hay que enviar más dosis a los territorios con mayor número de afectados y con peores datos.
Esta ha sido la semana de la vacuna de Pfizer, aunque en realidad la farmacéutica no haya contado nada nuevo que no hubieran anunciado los científios, los gobiernos europeos y el propio Pedro Sánchez. Pero la sociedad necesitaba una inyección de optimismo. Y ante la desconfianza que la pandemia ha traído hacia los políticos en general con tanto fake, bulos y también, algunos desaciertos por parte del Gobierno de España y de las comunidades autónomas, ha celebrado la noticia de Pfizer como si se tratara de la salvación del mundo . No es la única vacuna ni está más avanzada. Pero lo cierto es que ha conseguido mejorar su posición en bolsa y dar optimismo en la lucha contra este virus.
La farmacéutica ha conseguido su objetivo de marketing del que el que da primero da dos veces. Aunque, como ya se han apresurado a aclarar los científicos y los gobiernos europeos -incluída España- no han finalizado el ensayo, y que “los datos comunicados no son definitivos y que, por tanto, aún no se ha podido realizar una evaluación formal por parte de la EMA“ (Agencia Europea del Medicamento, por sus siglas en inglés).
En la pandemia, todas las esperanzas están puestas en la vacuna y tras el anuncio de éxito de la de Pfizer, la Comisión Europea anuncia hoy el contrato de compra de 300 millones de dosis. A España le corresponderían las suficientes como para vacunar a diez millones de personas.
