Las salas infinitas de altura apabullante, los bares de todo tipo, el pasillo de la fama desde el parking hasta la entrada, la música, el sonido, personal de la organización para cuidar y atender al público en todo momento, y la alegría de la gente, sobre todo la alegría de la gente que nada más entrar siente que está en un lugar excepcional para asistir a un evento magníficamente organizado, que crece de una edición a otra, el Open de tenis de Mad Madrid, el Open de la Mutua.
El primer día que pasamos, noche ya en realidad, para explorar las instalaciones nos encontramos con un torneo organizado por Red Bull, EL RED BULL BASLINE, un desafío de formato rápido, siete partidos tipo tie-break -cada uno dura entre 10 y 25 minutos- sin juez de silla ni juez de línea, su trabajo lo hacen los sensores: Electronic Line Calling… aunque si había algún problema allí estaba el maravilloso e incombustible Alex Corretja. La música, dirigida por un Dj, no paraba de sonar, desafiando la máxima del SILENCIO, POR FAVOR, y los recogepelotas parecían modelos… porque lo eran.
Entre los ocho jugadores estaban Tsitsipas, Ruud y Rublev (que ganó); tres top ten. Y junto a ellos Feliciano López, el público entero con su cara utilizando una careta, Landaluce, Korda, Thiem y Tiafoe.
Ambientazo, ya digo, sensación de privilegio, de estar en el ombligo del mundo, de formar parte de lo más grande y moderno del universo.
Nuestro aplauso para la organización, para el servicio de Prensa y para la ciudad de Madrid, Mad Madrid para nosotros. Iremos a ver cuántos partidos podamos y seguiremos informando. Bravo.
Tigre tigre.
