Casado lleva al Congreso su manipulación de una investigación para culpar al 8M de la expansión del virus, algo desmentido por la coautora

El líder de la oposición, Pablo Casado, ha sido hoy capaz de llevar al Congreso su manipulación del resultado de una investigación, de las universidades Autónoma de Madrid y de Oviedo, para tratar de confirmar que ese informe confirma que la expansión del virus fue responsabilidad de las manifestaciones del 8M. Algo que la coautora del estudio ya desmintió con rotundidad a Diario16.

Es la segunda vez que Casado manipula a su antojo e interés político las conclusiones del informe de Fedea

Es la segunda vez que Casado manipula a su antojo e interés político las conclusiones del informe de Fedea sobre las ventajas del confinamiento desde la puesta en marcha del estado de alarma. Más grave aún hoy si cabe, porque lo hace desde su tribuna como representante de los ciudadanos desde su escaño en el Parlamento.

Como ya adelantó Diario16, la coautora de la investigación, Inmaculada Álvarez – profesora de la UAM y de la Universidad de Oviedo- aclara que “nuestro estudio impide saber el efecto puntual de un evento como la manifestación del 8M”. Justo lo contrario a la conclusión a la que llega Pablo Casado, según puso de manifiesto en un tuit hace tres días y hoy de nuevo en el Congreso:

Aclaración de la coautora de la investigación

Como ya avanzamos, la profesora Álvarez, que ha desarrollado esta investigación con su colega de la Universidad de Oviedo, Luis Orea, explica también que “en cuanto al twitter de Pablo Casado, nosotros no podemos evitar que la gente haga interpretaciones libres de nuestro estudio. Él pone el foco sobre el 8M porque nuestras simulaciones se retrotraen al 7 de marzo, cuando realmente nuestro estudio pone el foco sobre la movilidad de personas, que es la que fomenta la propagación del virus”.

Según las conclusiones de la investigación, la expansión del virus “puede deberse en parte a ciertos eventos políticos y deportivos puntuales, pero sobre todo a la movilidad interna de estudiantes (estudiantes universitarios que están matriculados en provincias diferentes de aquellas donde viven sus familias), y  a el éxodo de los madrileños hacia sus segundas residencias, o a la propia movilidad que implica la actividad cotidiana (las aglomeraciones del transporte en las horas puntas de Madrid)”.