El escenario político tras las elecciones generales del 23 de julio sigue siendo complejo y polarizado. En este contexto, el líder del PP en el Parlament de Cataluña, Alejandro Fernández, ha presentado una propuesta en la que plantea un «cambio de cromos» entre partidos para buscar una salida a la incapacidad manifiesta de Alberto Núñez Feijóo para salir victorioso de una investidura y así poder presidir el Gobierno de España.
La propuesta del líder del PP en el Parlament, Alejandro Fernández, plantea una situación descabellada. Feijóo busca obtener el apoyo del Partido Socialista para poder lograr la investidura y formar gobierno.
La desesperación de Feijóo se hace patente al ofrecer una posible investidura al primer secretario del PSC, Salvador Illa, como presidente de la Generalitat de Cataluña, a cambio del respaldo del PSOE a la candidatura de Feijóo para liderar el Gobierno español.
La necesidad del PP de buscar apoyo fuera de sus filas evidencia las dificultades que enfrenta para conseguir la mayoría necesaria en el Congreso de los Diputados y, por ende, para alcanzar la presidencia del Gobierno. Esta búsqueda de alianzas poco comunes muestra una clara estrategia de negociación por parte de Feijóo y su partido, quienes están dispuestos a ceder en ciertos aspectos a cambio del apoyo necesario.
La oferta también refleja el reconocimiento del PP de que no puede lograr sus objetivos de forma independiente y que necesita el respaldo de otros partidos para gobernar. La falta de una mayoría clara en el Congreso y la fragmentación política han llevado al PP a considerar opciones menos convencionales para alcanzar el poder.
Aunque la propuesta busca obtener el apoyo del PSOE, Feijóo sabe perfectamente que los socialistas no van a aceptar esta oferta, lo que sí podría provocar este planteamiento es generar tensiones internas en el PSOE y un dilema ético sobre si apoyar a un candidato del PP para la presidencia como ya ocurrió con Mariano Rajoy que alcanzó el gobierno tras la abstención de 13 diputados socialistas.
Feijóo no se da cuenta de que el contexto es otro y que los socialistas no van a cuestionar a su secretario general y actual presidente del Gobierno en funciones tras haber subido en número de votos y escaños y, mucho menos, para darle el gobierno al Partido Popular votando en el mismo sentido que la extrema derecha.
