Este año 2020 pasará a la historia por ser un desastre, pero la verdad es que no ha sido un completo desastre. En estos momentos donde la información prioriza, lógicamente, dar cobertura a la pandemia que asola el mundo, conviene devolver el merecido protagonismo a toda una serie de logros positivos que han pasado sin pena ni gloria para los mass media.
Desde la agencia de publicidad James Brand han creado una serie de carteles que nos recuerdan que hasta en los peores momentos suceden cosas que merecen la pena. Así que toca dar las gracias a los investigadores que con una terapia de células madre lograron curar del sida al venezolano Adam Castillejo, también toca alegrarnos del beneficio colateral que ha supuesto el confinamiento de la primera ola que ha conseguido bajar la contaminación del planeta a niveles soñados hace apenas un año, también se erradicó la polio en África, se descubrieron 17 nuevos planetas y los demonios de Tasmania vuelven a hacer de las suyas, cuando hace muy poco se les consideraba al borde de la extinción.
Un rayo de luz
“nos vinimos arriba porque nos dimos cuenta que habían ocurrido cosas extraordinariamente positivas”, así describe a Diario 16 Jordi Albert García, CEO de la agencia de publicidad James Brand, el ímpetu con el que arrancaron una campaña destinada a subir la moral de una población que hasta hace bien poco solo sabía de las pandemias por las películas de ciencia ficción y por los libros de historia. Y así, con el enciclopédico título de Las asombrosas maravillas del 2020, se embarcaron en un proyecto cargado de buenas intenciones. “La idea era proyectar un rayo de luz dentro de esta gran y oscura tormenta que estamos viviendo, para ver si podemos quedarnos, al menos, con algo de buen sabor de boca”, explica el publicista.
Se fueron dos ídolos
El nombre de la compañía de publicidad que representa Jordi Albert es un confeso homenaje a la figura del primer James Bond: Sean Connery que nos dejó en este fatídico año. Connery al igual que el recién fallecido Diego Armando Maradona fue una figura criticada por errores en su vida privada lo que nos lleva a pensar hasta qué punto es lícito homenajear, que no deja de ser un modo de publicitar, a los personajes destacados que se han visto sumergidos en polémicas. “Sean Connery no estuvo muy inspirado cuando dijo, refiriéndose al tema de la violencia, que pegarle a un hombre o a una mujer es la misma cuestión”, explican desde James Brand, conscientes de que el feminismo se puede sentir molesto con una figura como la del actor escocés. “El 95% de la huella que ha dejado Sean Connery ha sido positiva. Hay personas que ponen énfasis en que se equivocó, pero también hay otras personas que aceptan las luces y las sombras de las figuras famosas. El actor rectificó y pidió perdón. Nosotros nos quedamos con esto”, explica orgulloso el creativo publicitario.
Más allá de la publicidad
La campaña Las asombrosas maravillas del 2020 es un ejemplo claro de cómo la publicidad puede ser algo mucho más benigno que el bombardeo de mensajes destinados a fomentar el consumo irresponsable. “Hay otra manera de poner en marcha la creatividad publicitaria más allá de trabajar para una marca con objetivos comerciales”, explica el CEO de James Brand con la clara satisfacción de quien sabe que su trabajo puede ser más necesario que nunca.“Nuestro deseo es que la gente se lleve un pequeño buen recuerdo de este año”, explica Jordi Albert García. Esperemos que sea así y que el cúmulo de malas experiencias provocado por la Covid-19 acabe de una vez por todas y que en este próximo año lo difícil sea encontrar noticias negativas.
