Ni el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, ni ningún miembro de su ejecutivo bipartito, tampoco la consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, de Ciudadanos, han desautorizado las declaraciones del consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, que este miércoles ha blanqueado abiertamente la realidad incuestionable de la violencia machista al ocultarla bajo los preceptos de la ultraderecha de Vox con el mantra de la “violencia intrafamiliar”, un problema en absoluto desdeñable pero en ningún caso comparable ni cuantitativa ni cualitativamente con la violencia estructural que el hombre ejerce sobre la mujer por el simple hecho de serlo. Las estadísticas oficiales anuales de todo tipo están ahí claramente para desmentir punto por punto los postulados de Vox y ahora también del Partido Popular, que ha adoptado sin complejos ni rubor el mismo discurso blanqueador y negacionista de una realidad por la que desde 2003 han muerto asesinadas 1.131 mujeres por sus parejas o ex parejas.
El consejero andaluz de Salud y Familias, al que le precede un largo historial negacionista de la sanidad pública y en contra del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, ha asegurado este miércoles en Madrid durante un desayuno informativo que el concepto de “violencia intrafamiliar” debe anteponerse en todos sus extremos al de “violencia de género”al considerarlo más “representativo”, porque considera que el primero incluye al segundo.
Sólo las llamadas en Andalucía al teléfono 016 contra la violencia de género en comparación con las recibidas diariamente en el servicio telefónico de la Violencia Intrafamiliar, implantado en octubre de 2020 por imposición de Vox con un exiguo resultado, demuestran que el problema de la violencia machista es una realidad incuestionablemente más implacable y fatal que el de la violencia que se ejerce de hijos sobre padres o madres o viceversa o sobre las personas mayores.
El titular andaluz de Salud recriminó a las mujeres que deciden abortar que “lo fácil es llegar y el chupetón” y se preguntó que “quién defiende a los no nacidos”
Con las afirmaciones del consejero andaluz de Salud no rechazadas por ningún miembro del ejecutivo de Moreno Bonilla, la táctica de blanqueamiento impulsada por la ultraderecha como paso previo al negacionismo más absoluto de la violencia sobre las mujeres ha sido ya aceptada en su integridad por el Gobierno andaluz y el Partido Popular en su conjunto, sobre todo tras la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del principal partido de la oposición y el acceso de la extrema derecha en Castilla y León por primera vez a un gobierno autonómico en la historia de este país.
La oposición política en Andalucía ha criticado esta adhesión abierta del ejecutivo andaluz a los postulados de la ultraderecha contra la violencia machista. El líder andaluz del PSOE, Juan Espadas, ha señalado que “el negacionismo del gobierno de Moreno Bonilla deja claro que su camino es el del ‘sí’ a la ultraderecha. Es el anticipo de un pacto premeditado. No es violencia intrafamiliar, es #violenciamachista y desde el PSOE de Andalucía no vamos a dejar de luchar contra esta lacra”.
La líder de Adelante Andalucía y diputada autonómica, Teresa Rodríguez, ha señalado que “decir eso es tan zafio como decir que no hay que hablar de terrorismo sino de homicidios, por ser un término más inclusivo. Y por tanto, no quiere acabar con la violencia machista, y por tanto, con más o menos consciencia de ello, es cómplice”.
La coordinadora general de Más País Andalucía, Esperanza Gómez, ha criticado las declaraciones del titular de Salud y Familias por ser un “ejemplo palpable de que la ‘derecha moderada”, que “asume el discurso de la ultraderecha que le ha permitido gobernar estos tres años”. A través de Twitter, Gómez reclama: “Andaluzas, levantaos, para detener la ola reaccionaria que pone en duda que los hombres nos matan por ser mujeres”.
“Llegar y chupetón” para abortar
El consejero de Salud, un incrédulo sin complejos de las bondades de la sanidad pública durante su anterior etapa como senador por Córdoba, también es un declarado activista en contra del derecho de las mujeres a la interrupción voluntaria del embarazo. En 2019 llegó a decir que en la sanidad pública “lo fácil es llegar y el chupetón”, en alusión directa al método empleado para la interrupción del embarazo. Pese al derecho legal reconocido a todas las mujeres, Aguirre llega a cuestionarlo sin ambages: “¿Quién defiende a los no nacidos?”, se preguntaba, obviando el trauma que implica en la mujer cualquier proceso de interrupción voluntaria del embarazo.
