Es una leyenda y al mismo tiempo es una sombra…, buscas su nombre en Internet y apenas aparece de lado, en las esquinas, para que no se le vea ni identifique ni demasiado bien. Y sin embargo ha sido el guardaespaldas, el ángel de la guarda, de figuras tan inolvidables y destacadas como las del gran Diego Armando Maradona o el no menos grande Rafael Nadal.
Ahora en Argentina, en el primer torneo que está jugando este año El Niño Maravilla como le han apodado ya allí, el afamado pero al mismo tiempo discreto guardaespaldas de Maradona y Rafael Nadal, su nombre es Evaristo Sanguinetti, extiende sus alas protectoras alrededor del joven y popular tenista del Palmar.
Como número dos del mundo sigue siendo tan popular como lo era hace hasta apenas una semana ocupando el ranking número uno de la ATP.
Los ciudadanos anónimos tenemos la suerte de no necesitar, salvo muy raras circunstancias, de los servicios y la protección de un guardaespaldas. Pero indudablemente Carlos Alcaraz ya no es un ciudadano anónimo y es probable que jamás vuelva a recuperar esa condición y calidad, pero seguro que sabe manejarse magníficamente, sin perder su ya mítica naturalidad, bajo la protección de Evaristo Sanguinetti.
Si consiguiese ganar el torneo de Argentina se colocaría a menos de cien puntos de Djokovic y muy pronto volvería a aspirar a ser el número uno del tenis mundial.
Que los ángeles y los dioses, y su guardaespaldas: Evaristo Sanguinetti, le protejan.
Se lo merece, porque es una alegría para el mundo entero Charlie
Carlitos
Carlos
don Carlos
Alcaraz.
Tigre Tigre
