El borrador del Estatuto del Becario define al becario como una figura en formación asumir tareas de un puesto de trabajo estructural. Entre las medidas más destacadas del texto se encuentra: el fin de las prácticas extracurriculares a partir de 2025, es decir, las prácticas que no son obligatorias en el plan de estudios, un apartado que, según fuentes de la negociación podría haber influido para el ‘no’ definitivo de la patronal CEOE.

Nuevo Estatuto del Becario

El texto obliga a las empresas a compensar los gastos de los estudiantes. Incluso las prácticas que no sean remuneradas tendrán que sufragar al menos el coste de gastos como el transporte.

Se fijan límites a los horarios de los becarios, que no podrán trabajar por la noche o por turnos.

En relación con las cotizaciones a la Seguridad Social, el Gobierno quiere que todos coticen, aunque sea una cantidad mínima para que, en un futuro, el periodo de prácticas pueda ser considerado. En este punto todavía se negocia con el Ministerio de la Seguridad Social.

Las prácticas no pueden estar fuera del currículum académico

La propuesta del Gobierno contempla que las prácticas no pueden estar fuera del currículum académico, han de estar incluidas en la universidad y que los estudiantes no podrán superar el 20% del total de la plantilla donde hagan las prácticas.

La propuesta pre acordada dice que el becario es quien desarrolla tareas formativas que han de figurar en los programas oficialmente reconocidos en la FP o la Universidad. Este planteamiento acaba así con las prácticas extracurriculares de aquí a 2025.

El preacuerdo del Estatuto del Becario, que no es tal

Los sindicatos han alcanzado este lunes un principio de acuerdo para la creación del estatuto del becario, tras diez reuniones y debates y que no ve el final del túnel por el cerrajón de la patronal. 

Tanto UGT como CCOO. están satisfechos con el texto pactado, aunque todavía tienen que someterlo a la aprobación de sus respectivas ejecutivas en los próximos días. 

“Esperamos tener cuanto antes un acuerdo definitivo para tener una norma que traiga garantías y derechos a las prácticas no laborales en nuestro país”, ha añadido por su parte la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT).

Para UGT, “el texto avanza enormemente en tres puntos fundamentales: persigue y acaba con las principales modalidades de fraude, delimita perfectamente las funciones del becario como una figura en formación, distinguiendo entre acción formativa y trabajo productivo y concede un catálogo de derechos «importantísimo y vanguardista”. 

Desde el Ministerio de Trabajo, han insistido en que “no pueden considerar que hay un principio de acuerdo hasta que el texto no reciba el visto bueno de los sindicatos internamente”.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aseguraba este lunes que la patronal “estaba bloqueando el acuerdo en torno al estatuto”, una norma que considera de esencial importancia para dar derechos a este colectivo.

“Le pedimos que se sume a un modelo de formación dual europeo con derechos y dignidad”, ha reclamado Díaz, que ha asegurado que “de lo contrario CEOE se estaría alineando con un modelo basado en la precariedad”.