La posibilidad de un pacto entre BNG y el PSdeG para la gobernabilidad de Galicia se ha esfumado de un plumazo, tras los peores resultados históricos obtenidos por la candidatura socialista de José Ramón Gómez Besteiro.
Con un descenso hasta los 9 diputados y un 14,12% de votos, con más del 90% escrutado, los socialistas gallegos no remontan y seguirán sin liderar la izquierda, como sucede desde 2016, tras la victoria del Partido Popular, que consigue su quinta mayoría absoluta consecutiva de la mano de Alfonso Rueda con 40 diputados.
El PSdeG pierde 5 escaños y más del 5% de los votos y se queda a gran distancia del BNG, que se consolida como la alternativa al PP y saca a los socialistas 14 escaños, más que todos los que tienen los de Besteiro.
En su comparecencia, el candidato del PSdeG-PSOE ha afirmado que acababa de llamar a Rueda «para trasladarle mis felicitaciones». A continuación ha dicho que «hoy no obtuvimos los resultados que esperábamos. Nuestro cometido fue hacer entender la importancia de estas elecciones para el futuro de Galicia y la necesidad de un cambio, y no lo hemos conseguido».
Asimismo, ha asegurado que trabajará para «consolidar» un proyecto que sea «reconocido» por los gallegos para que «Galicia vaya a más».
Los socialistas habían tratado de aprovechar la polémica sobre la amnistía que provocó un giro en plena campaña, así como el indulto que planteaba el PP a Carles Puigdemont con la esperanza de que sus resultados fueran muy diferentes a los conseguidos.
Gómez Besteiro había llamado a movilizarse para «pasar página» a casi 15 años de gobiernos del PP. Buscaba reeditar el gobierno de coalición del socialista Emilio Pérez Touriño con el BNG de 2005-2009, pero la alta participación en estos comicios (67,11%, 18 puntos más que en 2020) no ha evitado que el resultado del PP haya sido inapelable.
La gente se ha dado cuenta, que a la hora de votar a la derecha es preferible hacerlo por la de más tradición. Porque hay que tener mucho valor o cinismo, para catalogar al PSOE de izquierdas.